Hoy: 29 de diciembre de 2024
Para las festividades marianas de la ciudad argentina de Catamarca, la curia de esa región bordó en el manto de la Virgen del Valle al presidente Javier Milei y al papa Francisco. Luego fue entregada al secretario de Culto de la Nación, Francisco Sánchez, quien se la hizo llegar al mandatario argentino.
Tras la misa de la polémica, el Obispado a cargo, Monseñor Luis Urban, quien estuvo al frente de la ceremonia, dio detalles de lo sucedido. “El diseño e idea fue de tres sacerdotes de ese Obispado: los sacerdotes Juan Sebastián Vallejo Agostini, oriundo de Buenos Aires; Oscar Bourlot, de Gualeguaychú (Entre Ríos); y Mario Gustavo Molas, de la misma ciudad de Catamarca; y la intención del bordado era enaltecer el encuentro que habían tenido el presidente Milei y el papa Francisco, y recordar que nuestro Santo Pastor está orando por él, un hermano y compatriota, para llevar nuestra Nación a la dignidad que merece”, dijo el Monseñor Urban.
En tanto, el cura Bourlot defendió el trabajo y dijo en una entrevista para Radio Nacional Argentina que la discusión no puede reducir lo que representa la imagen. “Lo que se le entregó a Milei, motivado por gente de su entorno, es una imagen de la Virgen del Valle. No nos quedemos en el manto. Es la presencia de María lo que le está llegando al presidente. Es la presencia de María en una advocación de más de 400 años de culto en Catamarca y en todo el norte”.
Más adelante, sostuvo que “el manto tiene bordado a Jesús de la Divina Misericordia” y planteó que “nadie habla de esto”. “En el manto está Jesús con un gran corazón, con una custodia. En el manto también está bordado el arcángel San Rafael. Milei habla mucho de las fuerzas del cielo. Y las fuerzas del cielo es dejarse ayudar por Dios, por sus ángeles, por sus mensajeros. Está bordado el Candelabro de los Siete Brazos. Y también está el abrazo del Papa con Milei”, agregó.
Sobre esta última figura, referenció que “hoy Rusia y Ucrania están en guerra, al igual que Irán, Israel y Gaza” y que “Milei habló mal del Papa, pero fue al Vaticano y se reconciliaron”. En función de ello, razonó: “Creo que se están quedando con una partecita de la realidad”.
Asimismo, Bourlot cuestionó las posturas que tuvieron con la Iglesia tanto Cristina Fernández como Mauricio Macri, cuando estuvieron en el gobierno. “No quiero ser polémico, pero ¿qué hacía Cristina Fernández de Kirchner cuando no le gustaban los sermones del entonces monseñor Jorge Bergoglio? Se iba a Santiago del Estero y a Salta ¿Qué hizo Mauricio Macri cuándo empezó el Congreso Eucarístico de Tucumán?, habló de defender la vida, para luego promover la discusión del aborto.
Tenemos que poner todo en contexto. Ampliar el panorama y no pensar que la Iglesia está politizándose. Muchas veces los políticos utilizan a la Iglesia para sus beneficios”, aseveró.
El manto con las figuras del Papa y Milei generaron algunos rechazos dese la política. Por caso, Lucía Corpacci, presidenta del Partido Justicialista (PJ) de Catamarca y senadora nacional, dijo: “Entre indignación y profunda tristeza…Señor obispo no mezcle política con la Virgen de todos los Catamarqueños”.
En tanto, la diputada catamarqueña Adriana Díaz, fue más explícita con su crítica: “Lo más sano para un sistema democrático es la separación de los intereses de Iglesia y Estado. Se supone que la fe mariana trasciende posicionamientos partidarios/políticos. Que el obispo Urbanc bendiga un manto confeccionado especialmente para Milei, en plena celebración oficial religiosa en la catedral, mínimo está fuera de lugar. Aunque… ¿quizá el gran interés del obispado en su conjunto por “halagar” al presidente – el mismo que se cansó de basurearle a su jefe el Papa – habría que buscarlo en el provecho de que no se toque el financiamiento que el Estado brinda a la institución iglesia católica?”
El Obispo claramente va en contra mano de lo que reclama la Iglesia del país, texto en el que advierte el incremento de pobres e indigentes desde que Milei es presidente del país. Seguramente el prelado también es un negacionista de las atrocidades que pasaron por la Argentina y un convencido que entre 1976 y 1983 hubo una guerra (desigual por cierto y con asesinados y desaparecidos cruelmente de un solo bando).
Tampoco debe hablar de las miles de víctimas que dejaron muchos de sus pares violando criaturas y bendiciendo armas. En fin, un cascote demaciado grande un un zapato muy estrecho.