Un año de la muerte del autor de novela negra Alexis Ravelo

9 de enero de 2024
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El difunto escritor de novela negra Alexis Ravelo. | Fuente: F.I

El autor de Los milagros prohibidos murió con tan sólo 51 años

Va a hacer ahora un año, el 30 de enero de 2023, que Alexis Ravelo falleció de un infarto en su casa y nos dejó tan solo a la edad de 51 años.

Se fue pocos días después de celebrar una mesa redonda sobre la corrupción, durante el tercer encuentro de novela negra y policiaca Aridane Criminal.

Tanto Tito ‘el palmera’, protagonista de La estrategia del pequinés, como el detective Eladio Monroy que focaliza su saga literaria de seis entregas, transitan por momentos fuera de la Ley.

Con la editorial Siruela publicó dos novelas diferenciales dentro de su ‘corpus’ literario, como fueron La otra vida de Ned Blackbird (2016) y Los milagros prohibidos (2018).

En sus ficciones hay más víctimas que culpables. Son fruto de una sociedad dominada y manipulada por los delincuentes de cuello alto, que desde la sombra mueven los hilos y que se encuentran detrás de la mayor parte de las historias que narraba en sus libros

Sirvió copas en el emblemático bar Cuasquias

Alexis Ravelo sirvió copas durante años en el Cuasquías, el legendario bar de la capital grancanaria cerrado desde hace años, hasta que decidió que había llegado el momento de plasmar su fina pasión literaria en la escritura. La novela negra fue el vehículo elegido, de forma natural y siempre como un vehículo «perfecto» para la denuncia social, recordaba en sus entrevistas quien se definía con la socarronería y la humildad que lo caracterizaban como «un escribidor calvo».

La noticia del fallecimiento del autor de ‘La ceguera del cangrejo’ (2018), calló como un jarro de agua fría entre los ambientes literarios canarios hace ahora casi un año..

Con la novela reciente Los nombres prestados (2022) se hizo con el Premio de Novela Café Gijón.

Ha generado un hondo pesar entre sus miles de lectores, como se puso de manifiesto en las redes sociales, así como en el gremio literario y cultural, donde era muy querido.

También en el teatro Cuyas en el que se representó una obra suya. «Su muerte es una catástrofe. Aquel montaje es uno de los más señeros de la historia de este teatro. Es uno de esos tipos que no se mereció morir», apunta Gonzalo Ubani, director artístico del recinto de la calle Viera y Clavijo de la capital grancanaria.

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