Hoy: 25 de noviembre de 2024
La Guardia Civil ha detenido a nueve personas en el marco de la operación Caramel, desmantelando una organización criminal dedicada al abastecimiento de combustible a embarcaciones de gran potencia utilizadas para la migración irregular y el tráfico de drogas. Se realizaron siete registros en inmuebles situados en El Ejido, Balanegra, Adra y Roquetas de Mar.
Durante los registros, se incautaron cerca de 30.000 litros de gasolina, 10.000 euros en efectivo, 12 embarcaciones recreativas, cuatro vehículos y dos armas cortas detonadoras. La investigación comenzó al detectarse un grupo criminal que obtenía combustible irregularmente y lo almacenaba en condiciones inseguras, para luego distribuirlo a embarcaciones dedicadas al tráfico ilegal.
La organización obtenía el combustible en gasolineras de Almería que incumplían las regulaciones sobre las cantidades máximas permitidas. El carburante se almacenaba en garrafas y depósitos en lugares no adecuados, y luego se transportaba en vehículos no homologados hasta los puertos, donde se repostaban las embarcaciones. Estas prácticas han causado incidentes graves, incluyendo hundimientos e incendios de embarcaciones, y ponen en riesgo la seguridad pública y el medio ambiente.
Los detenidos enfrentan cargos por pertenencia a organización criminal, favorecimiento de la inmigración ilegal, tráfico de drogas y contrabando. La operación fue desarrollada por la Sección de Información de la Zona de Andalucía y el Grupo de Información de la Comandancia de Almería, bajo la coordinación del Juzgado de Instrucción número cinco de El Ejido y la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Almería.
La investigación reveló que la organización no solo abastecía a sus propias embarcaciones, sino que también suministraba combustible a otras organizaciones criminales, facilitando así una red más amplia de actividades ilícitas en alta mar. Esta colaboración entre grupos criminales incrementaba la eficacia y alcance de sus operaciones, complicando aún más la labor de las autoridades para frenar el tráfico de drogas y la migración irregular.
La Guardia Civil ha destacado la peligrosidad de estas operaciones, no solo por el riesgo inherente al transporte y almacenamiento ilegal de grandes cantidades de combustible, sino también por el impacto social y ambiental de tales actividades.
La manipulación imprudente de carburantes en áreas urbanas y el uso de embarcaciones no preparadas para tales cargas representan una amenaza significativa para la seguridad pública, resaltando la necesidad de una vigilancia continua y una cooperación internacional para combatir estos delitos.