Hoy: 5 de noviembre de 2024
Los crisantemos que llenan hoy los cementerios al pie de los cipreses, son recuerdos sin mancha de aquellos a los que no podemos olvidar, detalles de amor que el tiempo deja hasta que asoman al pecho las eternidades. Morir de pronto, humanamente, es desperdiciar la vida que pudo haberse evitado, o no, en el devenir de lo que no se comprende. Morir, al fin, es acabar con los sueños o encontrarse de pronto con todos ellos cumplidos en el Paraíso.
La DANA nos ha parecido una extrema maldad que rodó por los pueblos de España sin que nadie pudiera detenerla. Creemos en el progreso, pero hay inmensidades que el progreso no abarca poniendo de manifiesto la pobreza del hombre. Mujeres y niños, ancianos y jóvenes, casas y animales domésticos han sucumbido estos días frente al llanto de todos los que manejamos la vida con la generosidad que hemos mamado y sin las lágrimas de cocodrilo del “no os dejaremos solos”, congeladas en la mentira de quien prefiere la propia conveniencia a la ruina de los que han perdido casi todo.
En España, no se han terminado de contar los muertos sobrevenidos por la protesta del agua. De Dios, pocos se acuerdan: ante Él debiéramos reconocer nuestra impotencia.
Si somos, como así muchos nos declaramos creyentes y teniendo esa gran tabla de salvación, que es la Fe, poco nos acordamos. que Dios está y sabe de nuestras tragedias .
Solo debemos confiar y esperar, no inmóviles, construyamos entre todos y confiemos en el poder que Dios nos transmite, para poder seguir con nuestras vidas, de nuevo.
Por algo nos ha dejado aqui, a pesar de nuestro enorme dolor.
Todos juntos podremos retomar de nuevo nuestras vidas, a pesar de las
faltas de nuestros queridos familiares, amigos ,vecinos y esos viejitos que se fueron solos sin una mano amiga y esos niños queridos que se fueron sin saber que aquello no era un juego.
Hoy estarán disfrutando, en la Gloria de Dios.
Descansen todos en Paz.
Que así sea.