Hoy: 23 de noviembre de 2024
Mila Ximénez, sentada al fondo, durante su declaración en el juzgado que dirige Marcelino Sexmero.
Por PACO VARGAS y MARÍA MONTERO
El juez Marcelino Sexmero, que ha abierto una causa contra la Fábrica de la Tele, productora del programa de Tele 5 Sálvame, por supuestos delitos de cohecho, revelación de secretos y vulneración de la intimidad, tomó declaración el 18 de octubre de 2018 a la periodista Mila Ximénez, tristemente fallecida en junio de 2021.
El juez indaga si los dueños de la citada productora facilitaron dinero y dádivas a varios policías a cambio de que estos proporcionasen al programa fichas policiales de numerosos famosos que fueron exhibidas ante la audiencia por colaboradores del programa, que trata desde hace años temas relacionados con el corazón. El escándalo llegó al juzgado después de que un alto cargo policial se percatara, mientras veía el programa, de cómo algunos colaboradores del programa ofrecían datos de famosos sobre antecedentes penales que se correspondían literalmente con las fichas policiales que se mostraban en Sálvame.
El alto cargo policial, de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, extrañado por la exhibición pública de tales fichas, entró en la base de datos. Y observó en ella la huella recurrente de un agente que ya se había jubilado, pero que solía visitar con frecuencia a sus compañeros de la comisaría. El agente, Ángel Jesús Fernández, había accedido sin obstáculo a las fichas oficiales de determinados personajes públicos de los que luego se había hablado en Sálvame.
Asuntos Internos comprobó que Fernández tenía una estrecha relación de amistad con el colaborador de Sálvame Gustavo González, quien figura como principal investigado en esta causa junto al citado agente, y que a veces almorzaba con él y otros colaboradores en las inmediaciones de Tele 5. El policía acabó haciéndose amigo de la mayoría de los colaboradores, que lo utilizaron como informante y facilitador de fichas policiales de famosos con las que La Fábrica de la Tele nutrió numerosos programas.
Ante el juez (que ha prorrogado la investigación que realiza desde hace meses sobre este asunto hasta finales del presente año, tras hallar nuevos imputados policiales, aparte de Fernández, y aflorar nuevos indicios de posible cohecho), la fallecida Mila Ximénez admitió que conoció a través de su compañero Gustavo González a Ángel Jesús Fernández Hita, quien había trabajado hasta su jubilación en la Brigada Móvil de la Comisaría Provincial de Seguridad Ciudadana. “Viene a tomar café con su esposa al bar de enfrente de Tele 5”, comentó Ximénez ante el juez Sexmero. “Es amigo, pero no sé si se han filtrado datos policiales”, añadió. No obstante, Mila Ximénez se desmarcó totalmente de su participación en esos chanchullos, tal como indica al juez en el vídeo que FUENTES INFORMADAS les ofrece en la parte superior de este texto.
El delito de cohecho (o contra la Administración Pública), es el que comete un particular que ofrece o entrega cualquier tipo de dádiva, regalo o retribución a cualquier persona que participe de la función pública a fin de que haga algo contra su deber o deje de hacerlo.
Mila Ximénez, visiblemente molesta durante algunos pasajes del interrogatorio, dijo: “Todo se está sacando de contexto porque el problema era que Gustavo [su compañero de programa] se estaba separando y el tema de la custodia de sus hijos…, con lo que el asunto se está sacando del entorno físico y de su verdadera situación”.
La periodista de Sálvame precisó: “Yo jamás he necesitado esos métodos porque sigo la escaleta del programa que me marcan los jefes”. Admitió que llegó a mandarse “Whatsapp con este policía, pero más como amigo…”, y en el sentido de, aclaró, “tomar aperitivos, pero en plan con hijos y familia en La Muralla, frente a Tele 5”.
El fiscal preguntó a Mila Ximénez por el papel de otro policía, Manuel León Arroyo, también investigado, en relación con un delito contra la Administración Pública, y este manifestó conocer a ese otro policía de manera “indirecta y por referencia de Hita”. La periodista negó haber sobornado a nadie a cambio de esas fichas policiales. “Sí les he invitado a comer en varias ocasiones pero eso no lo considero cohecho y jamás he dado nada a cambio” [de información].
Un sobre con fotos de Mónica Gil Manzano
El fiscal le inquirió por un sobre que llegó al programa con unas fotos de Mónica Gil Manzano, una famosa del programa. “Sí me suena un sobre, pero no sé dónde está y no sé si contenía las fotos de Mónica Gil Manzano porque nunca lo abrí”. Y añade: “Sé que Mónica tenía dos denuncias por estafa y que la habían detenido; la dirección del programa nos obliga a informarnos del perfil del entrevistado a fin de no llevar maltratadores ni delincuentes contra la libertad sexual y que socialmente sean susceptibles o reprochables y que pudieren herir vulnerabilidades individuales”. Y de ahí sus pesquisas sobre Mónica Gil. “Yo soy rigurosa con la escaleta que la dirección de la empresa le marca”.
El fiscal le preguntó por su grado de relación con Gustavo González, y ella soltó: “Yo con Gustavo, ni tengo, ni quiero, ni pretendo contacto”.
El juez ha ofrecido a las varias decenas de famosos perjudicados en este escándalo la posibilidad de personarse en las diligencias y actuar como acusación. Los dueños de La Fábrica de la Tele, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, también figuran como imputados en esta causa y están bajo la lupa del juez.