Lo volveremos a hacer

4 de agosto de 2023
1 minuto de lectura
Cielo nublado. | Fuente: Pixabay

Los días nublados ayudan a reconsiderar los soles de la infancia. Aunque se vean más grises los horizontes del mar, ayudan a descubrir el escondite de las reflexiones y de los buenos propósitos, que el fuego del verano no permite en sus mañanas sedientas.

Entre los buenos propósitos no están los de aquellos que, a cada rato, repiten eso de “lo volveremos a hacer”, sin que puedan justificarlo más que con una inclinación sucesiva de vasos de ginebra, que desnivela en todo el propósito de enmienda necesario.

Empecé escribiendo sobre los días nublados sin darme cuenta de que muchos atraviesan meses, años enteros por espesuras de conocimiento nacidas en el nido de las tabernas continuas… En alguna parte he leído yo (y ustedes sepan disculparme) que, cuando se cierran los bares, se abren las piernas.

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Libros usados

Cuando las tempestades arrecian y es difícil descubrir horizontes despejados, conviene ojear las historias de ilustres personajes

La taberna

Siempre que puedo regreso a Córdoba para ver cómo florece el bronce de Séneca entre jazmines, mirando a la Puerta

Elegir es renunciar

En uno de los encabezamientos que cada día nos ofrece Fuentes Informadas, leí esta frase que me trae y me

El niño

Miraba el niño la tristeza azul de la plaza que no tenía fuente ni por ningún rincón llegaba el agua.