Hoy: 24 de noviembre de 2024
El ministro de Economía del Reino Unido, Jeremy Hunt, admite que el país ha entrado en recesión y espera seguir así a lo largo de 2023, según las conclusiones a las que ha llegado la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR en inglés). Se espera que “la economía se reduzca en un 1,4% en 2023 antes de regresar a la senda de crecimiento en 2024”, ha declarado el ministro.
Rishi Sunak, el primer ministro británico, ha anunciado una subida generalizada de los impuestos para intentar cubrir el agujero de más de 60.000 millones de euros agravado por el gobierno de Liz Truss. Se contempla que la cobertura de la mitad de este agujero fiscal provenga de la subida impositiva mientras que la otra intentará subsanarse con recortes en el gasto público.
Es el nombre con el que se refieren algunos economistas a las medidas del Gobierno británico, que recuerdan a las restricciones impuestas por la crisis financiera de 2008.
Las medidas impuestas por Hunt conllevan la rebaja del nivel de renta a partir del cual se deberá pagar el IRPF máximo del 45% -pasará de los 170.000 euros a los 143.000- y una rebaja del mínimo extenso en las ganancias de capital -desde los 13.700 euros aproximadamente a los 6.800 en 2023 y 3.400 en 2024-. Además se recupera el impuesto para las empresas energéticas, eliminado por sus predecesores. Hunt ha anunciado que desde “el próximo 1 de enero hasta el 28 de marzo este impuesto –windfall tax– aumentará un 10%”. Del 25% actual al 35%.
También se espera la implementación del impuesto de circulación para vehículos eléctricos, que hasta ahora estaban exentos, y empezarán en abril 2025 con una incorporación progresiva que subirá anualmente. La medida ha traído el descontento de los concesionarios británicos que avisan que se desincentivará el traslado a los vehículos eléctricos.
Estas medidas pretenden compensar y prolongar las ayudas a familias y empresas para hacer frente a las facturas energéticas. Aunque los subsidios no serán tan altos ni tan frecuentes y se centrarán en ayudar a los ciudadanos más vulnerables como pensionistas y personas con bajas permanentes por discapacidad. Se espera una recaudación total del Gobierno británico, según los planes anunciados, de 28.500 millones de euros.
Ante la crisis que sufren sus ciudadanos británicos con la subida general del coste de vida, desde el Ejecutivo se anuncia una subida del salario mínimo que se mide por libras/hora. Actualmente está a 9’50 libras y Hunt anuncia un incremento del 9’7%; es decir de 10’42 libras por hora. Esta subida supone un salario mensual mínimo con 1800 euros más al año, para dos millones de asalariados.