Hoy: 22 de noviembre de 2024
El colapso que tuvo lugar durante la semana pasada en la empresa de criptomonedas FTX está provocando un gran caos en la comunidad científica. Sam Bankman-Fried, de 30 años de edad y estudiante de física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), fundó FTX. Esto le sirvió para convertirse rápidamente en multimillonario.
Gracias a la cantidad de dinero que pudo amasar, comenzó a respaldar organizaciones filantrópicas que apoyaban una amplia variedad de causas relacionadas con la ciencia. La mayoría de las causas estaban diseñadas para mejorar el bienestar humano. Sin embargo, ahora FTX se encuentra en bancarrota y en investigación por uso indebido del dinero por parte de sus accionistas. Por ello, gran parte de los proyectos que financiaba se encuentran sin capital y el trabajo de las organizaciones está en riesgo.
Future Fund es una de las fundaciones creadas por FTX. Esta se lanzó en febrero de este año y ya en junio otorgó más de 262 subvenciones e inversiones, por un total de 132 millones de dólares. Sin embargo, ahora parte de este dinero se encuentra en paradero desconocido, ya que no se sabe cuánto se ha distribuido realmente a las compañías científicas.
El 10 de noviembre, cinco altos funcionarios de Future Fund sacaron a la luz este hecho en un comunicado. “Estamos devastados de anunciar que parece probable que haya muchas subvenciones comprometidas que Future Fund no podrá cumplir”, reconocían.
Una de las afectadas fue la organización 1Day Sooner, creada para la defensa e investigación de preparación para pandemias. Esta recibió un total de 375.000 dólares de Future Fund y la FTX Foundation. “Definitivamente es un desastre”, dice Josh Morrison, director de la fundación, para la revista Science.
Otros afectados por la quiebra Future Fund incluyen a Sherlock Biosciences, que recibió dos millones de dólares para el diagnóstico de enfermedades basado en CRISPR. Asimismo, la empresa HelixNano, recibió diez millones para la investigación de una vacuna eficaz contra todos los diferentes coronavirus.
El colapso de FTX era impensable solo unos días antes. La compañía, que sirve como una plataforma de comercio en línea para criptomonedas, tenía activos entre 10 mil millones y 50 mil millones de dólares, según los documentos de quiebra. La compañía se declaró en bancarrota el viernes 11 de noviembre, y solo unas horas después, los piratas informáticos robaron más de 500 millones de la compañía, por lo que muchos inversores no pudieron retirar su efectivo.
Ahora, FTX debe miles de millones de dólares a los acreedores y está siendo investigada por la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. y el Departamento de Justicia, según The Wall Street Journal. Molly Kovite, gerente de operaciones legales de la fundación Open Philanthropy, señaló que los acreedores de FTX podrían intentar “recuperar” sus inversiones a pesar de la bancarrota. Si los concesionarios recibieron adjudicaciones después del 11 de agosto, que es 90 días antes de la declaración de quiebra, “el proceso de quiebra probablemente les pedirá, en algún momento, que devuelvan todo o parte de ese dinero”, predice. Eso hace que los beneficiarios lleguen a preguntarse cómo pagarán las facturas y si en algún momento, podrán percibir el dinero que se les debe.