Hoy: 15 de octubre de 2024
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal que servía como aparato de financiación de la banda Dominican Don’t Play para la adquisición de armas y sustancias estupefacientes. Hay 66 personas detenidas, entre los que se encuentran 9 hackers y 19 miembros probados de la banda, que han sido imputados como presuntos responsables de pertenencia a organización criminal entre otros delitos. Parte de la organización criminal realizaba estafas bancarias por todo el territorio nacional mediante técnicas de ingeniería social con las que habrían obtenido casi medio millón de euros. Durante las 19 entradas y registros llevados a cabo en la operación se han intervenido dos pistolas, tres escopetas, cinco machetes, munición, sustancias estupefacientes, tarjetas bancarias, dinero en efectivo, así como elementos y literatura relacionada con las normas y la estructura de los DDP’s.
La investigación se inició el pasado septiembre cuando los investigadores detectaron que miembros de la banda Dominican Don’t Play, estaban utilizando cuentas bancarias de terceras personas para recepcionar grandes cantidades de dinero que aparentemente era obtenido de manera ilícita.
Una vez que los agentes comenzaron a rastrear la procedencia del dinero, pudieron averiguar que tenía su origen en la comisión de delitos informáticos realizados a través de técnicas de ingeniería social. Uno de los fraudes utilizados por la organización criminal era el llevado a cabo mediante la técnica de phishing –correos electrónicos fraudulentos que dirigen a los clientes a páginas web falsas que aparentan ser la entidad bancaria de la víctima-, o los métodos conocidos como vishing –método que combina el robo de información bancaria con webs fraudulentas y una llamada telefónica simulando ser empleados del banco de la víctima- y smishing -mensajes de texto o de mensajería instantánea con el que el delincuente intenta hacer creer al usuario que le han realizado una compra fraudulenta para que llame a determinado número de teléfono a posteriori desde el que obtendrán sus datos bancarios-.
Además, detectaron que tras las acciones cometidas por los hackers, estos realizaban desvíos patrimoniales a favor de integrantes de los DDP’s y hacia “mulas” captadas por la banda. Posteriormente el dinero era extraído por los miembros de la banda en cajeros automáticos para a continuación invertirlo en monedas virtuales, llegando a comprobar que algunos criptomonederos de los investigados tenían moneda virtual por valor de más de 2.000.000 de euros.
También pudieron comprobar que los integrantes de la banda criminal, no dudaban en intimidar, agredir y proferir amenazas, incluso de muerte, a las “mulas” durante el proceso de captación, a los que prometían la posibilidad de formar parte de la banda o subir en rango dentro de la misma. Durante la investigación, los agentes detectaron que los beneficios obtenidos en la actividad ilícita servían de financiación para las actividades de los DDP’s, averiguando que con el dinero pagaban cuotas, adquirían armas –machetes y pistolas- para poder atacar a bandas rivales, costeaban los abogados de los miembros de la banda que se encontraban en prisión o adquirían sustancias estupefacientes para la posterior venta y así incrementar la capacidad de financiación.
Los investigadores han podido acreditar que por parte de los integrantes de los Dominican Don’t Play, se utilizaba a menores para la realización de diversas actividades delictivas bajo la promesa de pertenecer o progresar en la banda. Les daban instrucciones para cometer desde ocupaciones de inmuebles, compra de estupefacientes, atracos, robos con fuerza, “vuelcos” hacia bandas rivales e inclusos asesinatos.
En este sentido, se ha podido conocer que dos integrantes de los DDP presuntamente ordenaron el intento de asesinato de un ex miembro de los trinitarios, grupo con el que tenían una venganza pendiente desde el 2009. El suceso ocurrió el pasado día 5 de junio, cuando dos jóvenes entraron en una sidrería de Madrid y dispararon a un camarero que había pertenecido a los trinitarios. Uno de los arrestados ahora, además, obligó los autores a mantener el teléfono encendido cuando estaban en el bar para poder escuchar en directo el desarrollo del encargo. Posteriormente se pudo detener a otro integrante de los DDP que también habría ordenado el asesinato.
En los 19 registros llevados a cabo de manera simultánea en Madrid, Getafe, Pozuelo y Soria se han intervenido numerosas armas, dos pistolas –una real y otra simulada-, tres escopetas, cinco machetes, una katana, una defensa extensible, numerosos cuchillos de grandes dimensiones y 84 cartuchos. También se han intervenido tres kilogramos y medio de marihuana y otras cantidades menores de diferentes estupefacientes, seis básculas de precisión para el pesaje de la droga y se han desmantelado dos plantaciones de marihuana. Los agentes incautaron además 6.000 euros en efectivo y 800 dólares, así como 32 tarjetas bancarias y más de 80 documentos de identidad escaneados de terceras personas listos para ser utilizados en negocios jurídicos fraudulentos. Asimismo, se ha localizado documentación bancaria, material informático y documentos relacionados con la estructura de la banda criminal que se encuentran pendientes de analizar por lo que la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
Hasta el momento se ha detectado un total de 59 víctimas en toda España y por ahora se estima que el dinero defraudado supera los 500.000 euros. Durante el operativo, en el que han participado más de 150 agentes, se ha detenido a un total de 66 personas, de las cuales nueve actuaban como hackers y el resto en distintos peldaños de la banda criminal, siendo 19 de ellos miembros probados de la banda Dominican Don’t Play y el resto colaboradores de la misma. A los arrestados se les considera presuntamente responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, estafa bancaria, trata de seres humanos con fines de comisión de delitos, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, asesinato en grado de tentativa, extorsión y usurpación de identidad.