Hoy: 22 de noviembre de 2024
Según la voz poética de José Hierro, la alegría tiembla en la mano de quien la procura. Pero hay temblores, muchos más, que cada día se escuchan como el más desafinado de los conciertos. Yo vivo en un sitio ruidoso, inmerecidamente privilegiado también, donde, por una necesidad de palmeras y jardines alrededor, raro es el día en que las motosierras dejan de emplearse a fondo ante el descubrimiento de un tallo sobresaliente o de un árbol peligrosamente inclinado. Del mismo modo que las pistolas tienen silenciador, ¿no habrá silenciadores para las motosierras?
Aunque también este artilugio mecánico, que confieso no haber usado nunca, ha servido para que Milei, intente podar las malas y prolongadas políticas argentinas en vistas a un desarrollo armónico de la economía y el progreso. Su motosierra es, al menos, un arma levantada con buenas intenciones.
No así parece ser que ocurrió con la motosierra empleada por este chico desgraciado que compró una para despedazar a su amigo en Tailandia. Hacer justicia es mostrar la mano, que no tiembla, de la ley; el sentimiento es otra mano, la de José Hierro, que deja cascabeles en la presencia.