La realidad se acerca a menudo a la ficción. La mariposa Xerces Blue era un bello insecto del color que indica su nombre, azul, que desapareció hace más ochenta años. No obstante, ha seguido siendo muy conocida porque su desaparición la convirtió en un icono mundial de la extinción inducida por humanos.
Ahora un equipo de investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE-CSIC-UPF) y el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona ha secuenciado su genoma, lo que supone recuperar «por primera vez» el genoma de un insecto extinto. Lo importante es que los patrones genéticos encontrados podrían servir para identificar otros insectos en peligro de extinción y evitar nuevas desapariciones. E incluso podría contribuir, en un futuro, a que la viéramos volar de nuevo.
Los últimos especímenes de su especie fueron hallados en 1941 por el entomólogo W.Harry Lange y se considera la primera especie de insecto extinguida en tiempos históricos. Los investigadores han logrado ahora secuenciar el genoma de cuatro de estas mariposas, también el de siete ejemplares de Silvery Blue, de entre 80 y 100 años, procedentes del Smithsonian Institution de Washington.
La mariposa Xerces Blue (‘Glaucopsyche xerces’) era originaria de las dunas costeras de San Francisco (Estados Unidos). Con el crecimiento de la ciudad se destruyó gran parte de su hábitat y su población quedó relegada al Parque Nacional del Golden Gate, según informa el CSIC en un comunicado.
Los resultados de la investigación indican que la Xerces Blue experimentó un gran declive demográfico durante decenas de miles de años, probablemente causado por cambios en los factores climáticos que no afectaron a la Silvery Blue.
La Xerces Blue es un icono de la extinción de insectos en todo el mundo y su genoma podría ayudar a prevenir la extinción de otros insectos en peligro, cuyos fuertes declives demográficos no resultan evidentes.
«Detectar especies de mamíferos en peligro de extinción es más fácil, porque en muchos casos es posible contar los individuos», ha explicado el investigador y colíder de esta investigación, Roger Vila.
El investigador y también colíder de esta investigación, Carles Lalueza-Fox, ha afirmado que esta mariposa «es una excelente candidata a la desextinción porque se trata de un insecto que desapareció hace relativamente poco, por lo que se reduce el impacto ecológico de su reaparición, y no implica riesgo de plagas o sobrecrecimiento por el tiempo limitado de aparición de los adultos (entre marzo y abril) y por su especialización ecológica».
«Por eso esperamos que disponer de su genoma completo pueda ayudar a su desextinción en iniciativas futuras», ha subrayado el investigador.