Los magistrados de la Sala de Gobierno, en cambio, sí fueron invitados por la Casa Real
Jueces del Tribunal Supremo relacionan el ninguneo de la ministra de Justicia, Margarita Robles, hacia sus colegas de la Sala de Gobierno del Alto Tribunal -que no han sido invitados este año a los actos del Día de la Hispanidad- con resoluciones de esta instancia judicial en las que revoca decisiones administrativas de la propia Robles. Y también en la decisión del Supremo de no permitir a Robles que vuelva a la Sala Tercera del Supremo, a la que pertenecía antes de saltar a la política, cuando salga del Gobierno.
Pese al ‘feo’ de Robles, los presidentes de la Sala de Gobierno del Supremo sí acudieron al acto por invitación de la Casa Real, pero no por Robles, que era quien organizaba el desfile militar. La Casa Real les invitó al cóctel que tuvo lugar tras el desfile en el Palacio Real.
Por otra parte, Rafael Mozo, presidió ayer su primera reunión con los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Mozo será presidente del Consejo hasta que PP y PSOE se pongan de acuerdo para renovar el órgano de Gobierno de los jueces, cuyos integrantes llevan en situación de prórroga, en sus cargos, más de cuatro años. Es decir, casi nueve años, cuando el mandato de un vocal expira a los cinco años.
El CGPJ ha acordado en el pleno extraordinario celebrado ayer jueves designar a su vocal de mayor edad, Rafael Mozo, como nuevo presidente interino, tras la dimisión de Carlos Lesmes. Esto significa que de facto el liderazgo del Poder Judicial queda dividido, ya que el magistrado Francisco Marín Castán es quien ejerce ahora las funciones de la presidencia del Tribunal Supremo (TS) desde que la renuncia de Lesmes se hizo efectiva. Y Mozo, las del CGPJ.
La votación ha salido adelante con una amplia mayoría, 16 votos a favor y solo uno en contra, el del vocal del CGPJ, Wenceslao Olea, mientras que la vocal progresista Mar Cabrejas, del mismo grupo que Mozo, se ha ausentado, al defender la tesis favorable a que Marín Castán sustituya a Lesmes en ambos cargos, hasta el punto de que ha anunciado voto particular, y ha abandonado la reunión por no estar de acuerdo con la entronización de Mozo.
El cargo de presidente suplente es la fórmula que han acuñado para encumbrar a Mozo, que llegó al Consejo General del Poder Judicial a propuesta del PSOE. Mozo ingresó en la carrera judicial en 1985 y tuvo varios destinos hasta que en 1998 aterrizó en la Audiencia Provincial de Madrid. Desde 2018 tiene su plaza como magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Convocado por el propio Lesmes con el objetivo de que los sectores progresista y conservador del CGPJ dieran cuenta del estado de las negociaciones para nombrar a los dos candidatos al Tribunal Constitucional (TC), tras su tercera reunión fallida, lo cierto es que el Pleno de este jueves ha estado dominado por la cuestión sucesoria.
En la propuesta votada, los vocales explican que su acuerdo “no se dirige a realizar ningún nombramiento del presidente de TS y del CGPJ, sino solo a determinar una mera suplencia: quien ejerce de manera temporal y provisional las funciones correspondientes al titular de un órgano ante la ausencia o inexistencia de ese titular“.
Solo dos vías para sustituir a Lesmes
Los vocales recalcan: “Dicho acuerdo no alcanza a la sustitución en la Presidencia del Tribunal Supremo, que viene determinada ‘ope legis’ en el artículo 208.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial”. Y señalan que Mozo ejercerá como presidente suplente “en el ámbito estricto del Consejo General del Poder Judicial”, para lo cual “dispondrá de los medios atribuidos a ese cargo y, en los actos en los que intervenga y en los documentos que suscriba, se dejará debida constancia de que actúa en esa condición“.
Además, manifiestan que, “dadas las circunstancias en las que se desenvolverá la suplencia, será precisa la máxima colaboración de todos los vocales para la marcha del Consejo durante el tiempo que medie hasta su renovación”. En este punto, hacen hincapié en que “ejercerá las funciones que le son propias con moderación y voluntad de consenso, y expondrá previamente ante el Pleno las decisiones que pretenda adoptar en materias que no sean de gestión ordinaria, para procurar alcanzar el mayor acuerdo posible sobre la decisión final”.
De hecho, llegan a precisar que “los vocales auxiliarán al presidente por suplencia en la ejecución de la política de comunicación”. Y, “a tal efecto, le propondrán de común acuerdo el contenido de los mensajes, notas de prensa y comunicaciones que hayan de ser difundidos”, especifican.
Ni Mozo, ni Marín han sido votados
Los vocales razonan que, si bien Lesmes debía haber sido sustituido en ambos cargos por el vicepresidente del TS, dado que Marín Castán ocupa ese puesto de forma interina desde 2019, el régimen actual “implica una diversificación” en la suplencia. Y que en lo que a ellos les ocupa, desarrollan, “los precedentes que se han seguido en el CGPJ para suplir las ausencias del presidente han consistido en atribuir la suplencia al vocal de mayor edad”, en este caso Mozo.
Para los vocales, “no concurre razón alguna que justifique ni haga comprensible” que el régimen de suplencias cambie, sobre todo teniendo en cuenta “la distinta naturaleza, principios y funciones que se asignan a una (CGPJ) y otra (TS) institución”. Y sostienen que “Desde esta perspectiva, no parece ni correcto ni adecuado que un vocal del CGPJ que no ha sido nombrado presidente del TS pueda presidirlo”.
De la misma manera, entienden que “resultaría anómalo que, por una cascada de suplencias no prevista en la ley”, asumiera la Presidencia interina del CGPJ “alguien que carece de esa legitimidad derivada por no haber sido nombrado ni de manera directa (como presidente del CGPJ) ni de manera indirecta (como vicepresidente del TS) para pertenecer al órgano constitucional de gobierno del Poder Judicial”.
En este sentido, subrayan que “la naturaleza de órgano constitucional del CGPJ y su forma de designación atribuye una legitimidad específica a su presidente, que es designado por vocales nombrados por las Cortes Generales, vía derivada que justifica su legitimidad constitucional para asumir la representación de un poder del Estado”.
El TC continua atascado
Por otro lado, el Pleno ha acordado que la comisión negociadora para nombrar a los dos candidatos al TC continúe sus trabajos, pero no ha fijado fecha para nuevos encuentros. Los contactos entre los interlocutores progresistas, Roser Bach, Álvaro Cuesta y Rafael Mozo, que ahora dejará de formar parte de esta comisión negociadora; y los conservadores, José Antonio Ballestero y Carmen Llombart, llegaron a punto muerto el pasado 5 de octubre. Entonces, los portavoces progresistas anunciaron que abrirían las negociaciones a otros vocales, más allá de Ballestero y Llombart, en busca de los cuatro votos que necesitan para sumar los 12 requeridos para dichos nombramientos, lo que implica recabar el apoyo de vocales conservadores.