El PSOE va en descenso mientras que Vox se adueña poco a poco de más ayuntamientos
-Vox tiene la llave para el gobierno en 18 ayuntamientos y en cuatro comunidades. -En Madrid, Ayuso y Almeida logran mayoría absoluta en la Asamblea y el Ayuntamiento. -Feijóo se posiciona para ganar las próximas elecciones generales dentro de seis meses. -Fuerte varapalo a Podemos y defunción de Ciudadanos, que desaparece.
Crónica de JOSÉ JUAN
Una enorme marea azul se ha extendido este 28M por buena parte del territorio nacional tras unas elecciones municipales y autonómicas en doce territorios en las que han pasado cosas trascendentes: la debacle del PSOE de Pedro Sánchez; la amplia victoria del PP, que pone a su líder Feijóo más cerca de la Moncloa en las generales de finales de año; el duro varapalo de Podemos, que pierde votos en todo el país y se queda fuera Madrid, y óbito definitivo de Ciudadanos, que desaparece por completo.
Se ha certificado además la caída en desgracia del presidente Sánchez y el afianzamiento del perfil político de Núñez-Feijóo. El papel de uno y otro en los próximos días y semanas serán determinantes del futuro político del país hacia un bloque de izquierdas que conserve el poder o uno de derechas que lo recupere. Lo cierto es que de este 28M Sánchez sale muy tocado -veremos si hundido- y Feijóo, reforzado y lanzado.
¿Se pueden ganar unas elecciones sin ser el partido más votado, ni siquiera el segundo partido más votado? Se puede y el ejemplo es Vox, el partido de Santiago Abascal que en las elecciones municipales y autonómicas de este domingo se ha situado como tercera fuerza política en las principales ciudades españolas y algunas de las comunidades que estaban hasta ahora en poder de los socialistas, caso de Valencia.
Vox tiene la llave del gobierno en algunas de las principales capitales españolas y en algunas de las comunidades que estaban hasta ahora en poder de los socialistas, y será quién marque las pautas del poder para que el PP gobierne mediante pactos en los que no renuncian, de entrada, a nada, y habrá que esperar para saber si en el intercambio de favores políticos la formación de Abascal no se queda con el gobierno de alguna capital.
De momento, Vox es decisivo en 18 ciudades y en cuatro autonomías para que el Partido Popular sume mayoría absoluta. Ha logrado más de 1,5 millones de votos en toda España y triplicado los concejales obtenidos en el año 2019, según los datos aportados por Europa Press. No sería la primera vez que los pactos deciden incongruencias. Ya en las últimas elecciones locales Ciudadanos llegó a la alcaldía de Granada a cambio de su apoyo al PP en otras ciudades.
Habrá que esperar, sí, porque el mapa político que ha dibujado este 28M deja perfilado un claro cambio de ciclo tras la debacle del PSOE de Pedro Sánchez y la victoria del PP de Feijóo, tanto que si consideramos los resultados como una ‘primera vuelta’ el presidente del PP se convertirá en las próximas generales en el nuevo presidente del Gobierno.
El PSOE ha perdido 15 de las 22 capitales de provincia en las que gobernaba hasta ahora, entre ellas, Palma, Valladolid, Castellón, Granada, Valencia o Sevilla, esta última ‘joya de la corona’ del PSOE, que habrá escocido especialmente a la dirección socialista como habrá dolido el caso de Barcelona, donde se ha impuesto la lista de Xavier Trias.
El azul colorea el mapa
A medida que avanzaba el escrutinio el azul coloreaba cada vez más el mapa de España y se podían certificar las claves de estas elecciones, entre ellas el arrollador triunfo de Ayuso en Madrid, el varapalo de Podemos y la defunción de Ciudadanos.
Podemos se ha quedado fuera del Gobierno valenciano, pierde la alcaldía de Barcelona que lideraba Colau y no consigue representación en el Ayuntamiento de Madrid ni en la Asamblea, instituciones en las que fraguó el inicio de su fulgurante trayectoria política que poco a poco se extendió por todo el territorio nacional.
Una de las grandes incógnitas que deberá despejar el escenario político es saber qué sucederá con la vicepresidenta Yolanda Díaz, una ‘bola loca’ en el Gobierno y en ‘los morados’ que goza del apoyo de Sánchez y se mantiene alejada de la formación que la llevó ahí de la mano de Pablo Iglesias. Su proyecto Sumar sale tocado de estas elecciones y la propia Díaz se queda debilitada.
Ayuso, que como Almeida en la ciudad de Madrid, ha conseguido mayoría absoluta en la Asamblea madrileña, se coloca junto al presidente andaluz Juanma Moreno como los grandes ‘barones’ del Partido Popular y obligará a Feijóo a gestionar con acierto cuotas de poder, protagonismos y egos que sumen. Martínez-Almeida declaró anoche que esta victoria “es el punto de partida de la derogación del ‘sanchismo'”. Juanma llegó a decir en Sevilla que “el cambio ha empezado”.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta de la Comunidad y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso; y el alcalde de la capital y candidato también a la reelección, José Luis Martínez-Almeida, salieron al balcón que los ‘populares’ han instalado a las puertas de la sede de la calle Génova para celebrar la contundente victoria electoral en Madrid, ante alrededor de 3.500 personas.
Si el estado de ánimo es definitorio, la imagen anoche de Génova, donde se empezaban a reunir cientos de militantes ‘populares’ a medida que avanzaba el escrutinio, frente a la desolación de la sede socialista en la calle Ferraz, dejaban ver a las claras que estas elecciones se han convertido en un dolor de muelas para Sánchez.
Porque el gran derrotado de estas elecciones ha sido el presidente Sánchez, que ha desarrollado una campaña en la que ha acaparado todo el protagonismo, por encima incluso de los propios candidatos, y ha cosechado los errores de una política de gobierno con socios en la ultraizquierda poco fiables, como el caso de Podemos, partido díscolo que ha exhibido su deseo de nadar a contracorriente del propio Gobierno del que forman parte.
Los imprevistos en la campaña como los terroristas en las listas de Bildu, partido en el que se apoya que dejó al PSOE sin la iniciativa, o los escándalos por la compra de votos, no han ayudado a los socialistas a parar la creciente tendencia del PP, claramente ascendente.
A Sánchez estas elecciones le han pasado factura por una gestión en la que no ha sabido rentabilizar buenos datos económicos en materia de desempleo o previsión de crecimiento por encima de la media europea. Y mucho tendrá que cambiar y maniobrar rápido si quiere llegar a las generales con alguna opción de competir por la victoria. En los próximos días tendrá oportunidad de demostrar si quiere hacerlo y tendrá que decidir si apoya a Bildu para que se haga con el gobierno de Navarra y si rompe o no la alianza con Podemos.
Sánchez, ante dos tesituras
Tendrá que valorar si mantenerse en el poder a toda costa es el camino o deja lastre y recompone la imagen de los socialistas, como le han pedido, incluso, los barones del partido, que han sido los únicos, caso de García-Page en Castilla-La Mancha, que han mantenido el pulso en estas elecciones. De momento el diferencial de voto ha sido de 650.000 a favor del PP en estas elecciones, frente a 1,6 millones de votos que sumó el PSOE hace cuatro años.
En los resultados finales del 28M, el PP supera en un 3% a los votos socialistas. “Recogemos el guante, entendemos el mensaje”, admitió a medianoche la ministra Pilar Alegría, como portavoz de la ejecutiva del PSOE, tras reconocer una derrota electoral demoledora. “Sin paliativos”.
El 28M deja además otro dato relevante: el PP y el PSOE han concentrado casi el 60% del voto en las elecciones municipales, lo que supone que el bipartidismo crece diez puntos porcentuales con relación a los comicios locales de hace cuatro años. Frente al crecimiento de Bildu en las provincias vascas, el independentismo catalán cae cinco puntos y baja hasta el 40%.
Resultados comicios locales