Israel ha retomado los bombardeos sobre la franja de Gaza, pocas horas después de que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ordenara al ejército realizar “ataques contundentes” e “inmediatos” en respuesta a un ataque contra tropas israelíes cerca de Rafah. Según el Ministerio de Defensa, esta acción militar se produce tras unas “consultas de seguridad” mantenidas por Netanyahu con su gabinete, convocadas después de que Hamás entregara los restos de un israelí que no coincidían con los de los rehenes aún desaparecidos.
Los primeros informes señalan que la nueva ofensiva es una respuesta directa al intercambio de fuego ocurrido en Rafah, en el sur del enclave. Medios como The Times of Israel informaron de que las tropas israelíes destacadas en esa zona fueron atacadas por “agentes terroristas” y que respondieron abriendo fuego. Aunque no se ha confirmado la autoría, todo apunta a una escalada en la tensión entre Israel y las milicias palestinas presentes en la franja.
El ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió lo siguinete: “Hamás pagará un alto precio por atacar a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza”. En un comunicado oficial, Katz acusó al grupo palestino de “violar el acuerdo para la repatriación de los rehenes muertos” y detalló que los ataques sufridos por las tropas incluyeron disparos de artillería y francotiradores en la zona de Rafah.
Aunque el enfrentamiento inicial se registró en el sur, testigos informaron de que los bombardeos israelíes se extendieron rápidamente a otras zonas de la franja. En Ciudad de Gaza, el principal núcleo urbano del territorio, se escucharon fuertes explosiones y se observaron columnas de humo elevándose sobre los edificios. Las imágenes difundidas por la cadena Al Jazeera confirman la intensidad de la ofensiva, aunque todavía no se dispone de un balance oficial de víctimas.
También se han reportado ataques en el norte de Gaza, donde se encuentra la capital, lo que indica una reanudación generalizada de la operación militar israelí. Con esta nueva escalada, el conflicto vuelve a intensificarse en un momento de máxima tensión política y humanitaria en la región, mientras la comunidad internacional observa con preocupación el aumento de la violencia en el enclave palestino.