Fue uno de los cantantes más influyentes e importantes del rock y un pianista eléctrico que revolucionó los modales sobre el escenario al ritmo de temas ya clásicos como ‘Great balls of fire’
A los 87 años, en su casa de DeSoto, Mississippi, moría el último príncipe del rock and roll. Jerry Lee Lewis fue un cantante, compositor y pianista estadounidense, pionero del rock and roll. Fue ampliamente considerado como uno de los cantantes más influyentes e importantes del rock y uno de los pianistas más influyentes del siglo XX.
Apodado “The Killer” (“El Asesino”) por su fuerte personalidad y su puesta en escena, y tras ser considerado una seria alternativa frente a Elvis Presley, el “Rey del Rock”.
Su popularidad decayó a finales de los años cincuenta por diversos escándalos, entre ellos el haberse caso con una prima. Sin embargo, resurgió a mediados de los años 60 con varios éxitos en la música country.
Su figura ha sido rehabilitada en las últimas décadas, entrando a formar parte en 1986 del Salón de la Fama del Rock dentro del primer grupo, junto con otros pioneros del estilo, y posteriormente del Salón de la Fama del Rockabilly. En 2003,la revista Rolling Stone le situó en el puesto 24º de los mejores músicos del siglo.
Su vida fue llevada la gran pantalla en la película Great Balls of Fire! (1989), donde fue interpretado por el actor Dennis Quaid.