Ingleses

12 de julio de 2024
1 minuto de lectura
Ingleses / Cargalibre

Una sola vez estuve en Inglaterra, concretamente en Londres y, como no me fue lo bien que yo esperaba, desistí de regresar: a las puertas de San Pablo, un grupo de muchachones con las crestas pintadas, me abandonó con un labio echando sangre y sin nada en las muñecas ni en los bolsillos. Nunca más.

En aquel viaje ya descubrí que los ingleses son tan diferentes que ni ellos mismos se reconocen. Carecen de Constitución escrita porque suponen que con el sentido común les basta, aunque no lo apliquen con frecuencia.

Los ingleses no conducen con el volante en su sitio, sino a la derecha. Como el metro es una bastardía, prefieren las yardas y así, los demás nunca se enteran de sus medidas. En lugar de con euros, venden con libras…

Ningún país en Europa tiene ya colonias: los ingleses mantienen Gibraltar para que de vez en cuando vaya un príncipe a comprobar si quedan monos de los suyos. Su profundo egoísmo y desmesurada altivez les llevó al Brexit, proponiendo quedarse con el pan y con la torta. Les salió mal. Y los impulsores del codicioso proyecto han perdido vergonzosamente en las últimas elecciones.

pedrouve

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

La ordenación

En ocasión cercana visité nuevamente la hermosa catedral de Jaén

Largo me lo fiáis

Esta frase tan conocida, con pequeños matices, aparece en El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina y en nuestro

El té de las cinco

Los secretos se llaman así porque son vivencias que se ocultan a la voracidad de los curiosos. Los profesionales de

La costumbre

Tuve un amigo que, cuando presentaba a su mujer siempre decía: “Aquí mi costumbre”. Si acaso notaba cara de extrañeza,