El Tribunal Supremo del Reino Unido ha dado luz verde a la organización Igualdad Animal para impugnar la construcción de la primera macrogranja terrestre de salmón en Inglaterra, un proyecto que ha generado una creciente preocupación entre los defensores de los derechos de los animales y los expertos medioambientales. La organización argumenta que la planificación de la piscifactoría no ha tenido en cuenta adecuadamente el bienestar de los peces ni el impacto ambiental de la instalación.
La macrogranja, que pretende producir unas 5.000 toneladas de salmón al año, equivalentes a cerca de un millón de animales, ha sido objeto de críticas debido al riesgo de episodios de mortalidad masiva entre los peces. Los expertos señalan que las condiciones de hacinamiento y estrés podrían generar graves problemas de salud para los animales, lo que podría traducirse en un alto índice de mortalidad. Además, existe una profunda preocupación por el elevado volumen de residuos que una operación de esta magnitud generaría, afectando no sólo al entorno terrestre, sino también a las aguas circundantes, lo que plantea serias dudas sobre la sostenibilidad ambiental del proyecto.
El proyecto también ha sido objeto de críticas por su potencial impacto en la biodiversidad local. Activistas han señalado que la gran cantidad de nutrientes y productos químicos que se liberarían en el medio ambiente podrían alterar los ecosistemas acuáticos, afectando no sólo a los peces de cultivo, sino también a las especies autóctonas y a la calidad del agua en la región.
La decisión del Tribunal Supremo de permitir que Igualdad Animal proceda con la impugnación supone un paso clave en la lucha por la protección del bienestar de los animales en la industria acuícola, y abre un debate crucial sobre los costos éticos y ambientales asociados con la acuicultura industrial. La organización espera que este caso inspire un cambio en la percepción pública sobre la cría de animales en condiciones intensivas.