Once detenidos en una operación por tráfico de migrantes en fincas agrícolas

Eran alojados hacinados en colchones a ras de suelo, sin ventilación, con escasos aseos y en condiciones «totalmente indignas e inhumanas»

Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional, con el apoyo de la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social de Albacete y Cuenca, ha permitido auxiliar a más de 300 extranjeros en situación irregular. Todos eran víctimas de una organización criminal que los utilizaba como mano de obra en fincas agrícolas.

Según ambos cuerpos policiales, la operación, denominada “Franciskan-Everest”, ha concluido con once detenidos y dos investigados. Se les atribuyen delitos como favorecimiento de la migración irregular y tráfico ilícito de mano de obra. En total se ha auxiliado a 322 personas, de las cuales 294 se encontraban en situación irregular.

La organización empleaba a estos trabajadores en fincas agrícolas repartidas por las provincias de Albacete, Alicante, Castellón, Ciudad Real, Cuenca, Murcia, Valencia y Zaragoza. Las condiciones en las que eran transportados hasta los lugares de trabajo provocaron la muerte de una persona de origen nepalí, recoge Europa Press.

Asimismo, el atestado y los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de La Roda, en Albacete. El magistrado ha decretado prisión provisional sin fianza para seis de ellos. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones. Según los agentes, el modus operandi consistía en aprovechar la llegada de inmigrantes irregulares con visados de turista a países del espacio Schengen. Una vez en España, eran enviados a distintos puntos del país, donde se vulneraban sus derechos laborales.

Hacinados en colchones

La red criminal se estructuraba en varias ramas interconectadas. Una de ellas se encargaba de alojar y emplear a los trabajadores en Villalgordo del Júcar (Albacete). En esta localidad, los inmigrantes eran alojados hacinados en colchones a ras de suelo, sin ventilación, con escasos aseos y en condiciones “totalmente indignas e inhumanas, absolutamente carentes de las mínimas condiciones de higiene y salubridad”, según la Guardia Civil.

Desde allí se los desplazaba cada día a las fincas agrícolas. Los trayectos se realizaban en furgonetas que, en algunos casos, no cumplían los requisitos mínimos de seguridad. Esa situación provocó varios accidentes, entre ellos el que causó la muerte de un hombre nepalí.

Comisiones abusivas y pagos “en comida”

Además, la organización imponía condiciones laborales extremas, con jornadas llegaban a las doce horas. Se cobraban comisiones abusivas por los desplazamientos, por las viviendas realquiladas e incluso por la comida distribuida en los lugares de trabajo. En muchos casos, las víctimas trabajaban durante meses sin recibir salario alguno, recibiendo únicamente una alimentación muy básica como forma de pago.

En la fase final de la operación se llevaron a cabo nueve registros en Villalgordo del Júcar (ocho) y en La Roda (uno). Se intervinieron dinero en efectivo, talonarios, cheques, teléfonos móviles, material informático, facturas, partes de trabajo, documentación fraudulenta, registros de la actividad delictiva y contabilidad paralela. También fueron incautados doce vehículos, dos de ellos de alta gama, y se bloquearon varias cuentas bancarias de la organización.

Auxilio a las posibles víctimas

Los agentes comprobaron que la explotación había dejado a estas personas en una situación de extrema vulnerabilidad, sin arraigo ni recursos. Por ello se inició un trabajo conjunto para su restablecimiento social, en colaboración con la Embajada de Nepal en España, mediadores culturales y asociaciones de ciudadanos nepalíes. Cruz Roja Española ha tenido un papel fundamental, proporcionando alimentos y ropa de abrigo. Ha gestionado, con apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, alojamientos alternativos para los casos más vulnerables. También participa en los procesos de regularización administrativa de estas personas.

En este trabajo interviene activamente la Subdelegación del Gobierno en Albacete. Gracias a estas actuaciones, un número significativo de los inmigrantes ha sido reubicado en zonas donde contaban con algún arraigo. Se espera que su situación social pueda normalizarse de forma progresiva. Mientras tanto, continúan las gestiones y la toma de declaraciones para determinar la posible existencia de otros delitos.