El pacto se ha rubricado en Estambul y en él han participado representantes de Rusia y Ucrania
Este jueves, el secretario general de la ONU, ANtonio Guterres, y el presidente turco, Recep Erdogan, se han reunido en Estambul para supervisar la firma del primer acuerdo entre Rusia y Ucrania en lo que va de conflicto armado. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, y el ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksander Kubrakov han concluido que de ahora en adelante se desbloqueará la exportación de grano ucraniano y de fertilizantes rusos a través del mar Negro.
El anuncio ha emanado de Erdogan, quien esta misma mañana ha comunicado a los medios internacionales que pronto “daría una gran noticia al mundo”. “Será el primer paso para resolver la crisis de alimentos” que aún afecta a buena parte de Europa y Oriente Medio, donde los precios de los víveres se han visto incrementados más del 30%. Las líneas maestras del acuerdo dictan que este tendrá una duración de cuatro meses y dejará la puerta abierta a una futura renovación sin necesidad de negociación expresa.
Guterres está convencido de que la iniciativa “traerá alivio a los países en desarrollo al borde de la bancarrota y las personas más vulnerables al borde de la hambruna” y “ayudará a estabilizar los precios mundiales de los alimentos, que ya estaban en niveles récord incluso antes de la guerra”.
La entrada en vigor del acuerdo afectará a millones de toneladas de grano, que serán retiradas, de acuerdo con las previsiones, en alrededor de un mes y medio, a razón de cinco millones de toneladas por semana. De esta manera, se lograría llegar al período de cosecha con un suministro de trigo suficiente para abastecer a los principales compradores.
La incertidumbre de los firmantes
La firma ha suscitado la desconfianza en ambas partes ante una posible introducción ilegal de armas en el país enemigo. Este temor se ve notablemente incrementado a la luz de lo sucedido el pasado 4 de julio, cuando Turquía interceptó un carguero ruso presuntamente equipado con 7.000 toneladas de trigo presuntamente robado de las arcas ucranianas.
A este respecto, Erdogan ha asegurado que se garantizará el “traslado seguro” de los barcos, así como su “llegada a un punto de destino”, para tratar de disipar las polémicas y estrechar unas relaciones que se han ido enfriando con el transcurso de los meses. Dicha supervisión quedará en manos de un órgano creado a tal efecto, el Centro de Coordinación Conjunto.