Hoy: 23 de noviembre de 2024
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presentado la estrategia de Seguridad Vial 2030 orientada a la reducción por la mitad de la mortalidad en carretera. Dicha estrategia abarca las diversas directrices que guiarán la actuación de las administraciones públicas, las asociaciones y entidades del sector, el mundo empresarial y el académico durante la presente década.
El ministro del Interior ha presentado en la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT) la Estrategia de Seguridad Vial 2030, un documento que pretender ser el marco nacional de referencia en la política de seguridad vial con el objetivo de reducir a la mitad para el año 2030 el número de muertes y lesionados graves causadas por accidentes de tráfico.
Grande-Marlaska ha destacado que esta nueva estrategia nace de la experiencia acumulada en el último decenio, del análisis de las políticas europeas y las más significativas directrices de distintos organismos internacionales y del trabajo de análisis y reflexión realizado en el seno del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial.
“Aúna la visión de organismos supranacionales y nacionales, porque siempre he defendido que la política de seguridad vial no debe ser de un ministerio, ni siquiera de un gobierno: nos concierne a todos, es una responsabilidad de todos y tenemos que diseñarla de consuno con el mundo globalizado en que estamos”, ha añadido el ministro del Interior.
El objetivo de la estrategia está alineado con los de organizaciones internacionales como Naciones Unidas o la Unión Europea, reducir un 50 por ciento el número de fallecidos y heridos graves en siniestros viales. “Sabemos lo que queremos, sabemos a dónde vamos y sabemos cómo hacerlo para mantener el proceso de avance y mejora con el que todos estamos comprometidos”, ha continuado Grande-Marlaska.
Transformaciones de la movilidad
Para la elaboración de la estrategia, los expertos de la DGT han tenido en cuenta factores que van a provocar en el futuro cercano grandes transformaciones en el ámbito de la movilidad segura, como el cambio climático, el envejecimiento de la población, la apuesta por la sostenibilidad de los más jóvenes, la incorporación de los avances tecnológicos o la consolidación durante este decenio del denominado ‘sistema seguro’, una nueva visión sobre el origen y la prevención de los siniestros viales.
A partir de ese análisis, la Estrategia de Seguridad Vial 2030 nace con la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios que se van a producir en el ámbito de la movilidad segura y eficiente, gracias a su articulación a través de sucesivos planes bienales de actuación.
Para alcanzar el objetivo marcado, reducir a la mitad el número de fallecidos y heridos graves, la estrategia cuenta con nueve áreas estratégicas: