Hoy: 23 de noviembre de 2024
En 2012, un equipo de científicos de la Universidad de Granada, liderados por el catedrático Antonio Campos, creó la piel artificial conocida como UGRSKIN. Tras 12 años de evolución y mejoras en la misma, la Agencia Española del Medicamento ha autorizado su uso consolidado en hospitales con unidades de quemados que se acrediten para ello.
Se trata de un hito en la historia de la medicina que supondrá un avance excepcional en el tratamiento de grandes quemados.
Hasta ahora solo se utilizaba de manera experimental en casos en los que era la única solución posible. Sin embargo, con el reconocimiento de la AEMPS, cualquier centro hospitalario acreditado podrá hacer uso de este nuevo tejido de manera ordinaria. De este modo, UGRSKIN se convierte también en el primer artificial aprobado y autorizado en España como medicamento.
UGRSKIN nace partiendo de una muestra de piel sana del propio paciente, que toman los especialistas de la Unidad de Grandes Quemados. De esta forma, obtienen en laboratorio las células de la dermis y de la epidermis que integran en una malla de fibrina agarosa que colocan como cobertura posteriormente al paciente, para que sobre ella crezca tejido sano hasta quedar integrada en su nueva dermis.
Hasta la fecha, el Hospital Virgen de las Nieves ha fabricado más de doce metros cuadrados de láminas de piel humana artificial a partir de las muestras remitidas por el Hospital Virgen del Rocío, para los 18 pacientes tratados. Esta piel ha sido implantada con éxito en pacientes en Unidad de Quemados de Sevilla.
Estos resultados positivos son los responsables de que finalmente el tejido haya sido firmemente aprobado por parte de la Agencia Española del Medicamento, como solución ordinaria y no solo en casos aislados.
Para conseguir esta autorización por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, el Hospital Virgen del Rocío, junto con la Red Andaluza de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas, de la Fundación Progreso y Salud, ha elaborado un dossier de registro que recoge toda la información relativa al desarrollo del medicamento.
Esto incluye desde las etapas de investigación básica, la investigación clínica, la fabricación como un medicamento de uso humano, así como todo lo relativo a la vigilancia de la seguridad y la farmacovigilancia, de modo que se pueda garantizar la calidad, seguridad y eficacia del medicamento.
Además, la Unidad de Farmacología Clínica del Virgen del Rocío es la encargada de supervisar, junto con la Red Andaluza de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas, la seguridad del uso de este tratamiento, que aplican los profesionales de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados.
La presentación de esta autorización se ha realizado este martes, 18 de junio, en el hospital sevillano Virgen del Rocío y ha contado, entre otros, con la presencia del rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado Pacheco, de la consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Catalina García, y de Antonio Campos y Miguel Alaminos, responsables del equipo investigador que creo UGRSKIN.
El perfil del paciente que se beneficia de esta cobertura es muy concreto: no pueden presentar infecciones activas en la superficie cutánea y suelen tener de un 60 a un 90 por ciento de su superficie corporal quemada en los pacientes adultos, y más del 30 por ciento si se trata de un paciente pediátrico.
Álvaro Trigo, uno de los casos de éxito en el uso de este nueva tecnología, ha ofrecido su testimonio durante la presentación de este hito científico.
A principios de 2018, con 23 años, sufrió un accidente en Andújar (Jaén), causado por las llamas de una chimenea, que afectó al 63 por ciento de su cuerpo (brazos, piernas y espalda). Por este incidente, estuvo más de dos meses ingresado en el Virgen del Rocío y, pasado este tiempo, comenzó a recibir tratamiento con la piel humana artificial, llegando a utilizar hasta 60 láminas, de 12×12 centímetros, sólo en espalda y piernas.
“La piel es un órgano con mucha más importancia de la cosmética o la estética. Porque cuando se pierde esta primera barrera cutánea de una manera masiva, nos deja totalmente expuestos al exterior”, ha explicado la directora de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Plástica y Grandes Quemados, Purificación Gacto, junto a Manuel Ginés Roldán, supervisor de Enfermería.