Hoy: 24 de noviembre de 2024
La tragedia en Gaza es una herida abierta en la conciencia global, una afrenta a la humanidad que persiste en el siglo XXI. La historia se repite implacablemente, y Gaza se convierte en el escenario de un exterminio masivo perpetrado por el Estado de Israel, bajo la mirada impasible de la comunidad internacional.
Más de 30.000 vidas, entre ellas ancianos, mujeres y niños, han sido arrebatadas por una violencia desproporcionada e indiscriminada. Cada vida perdida es un universo de sueños y esperanzas truncadas, una injusticia que clama al cielo por justicia.
El término “genocidio” no es una exageración ni una hipérbole. Es una descripción precisa de la realidad que enfrenta el pueblo de Gaza. La sistemática destrucción de infraestructuras vitales, la negación de acceso a servicios médicos básicos y la imposición de un bloqueo inhumano son armas de un genocidio silencioso.
¿Y qué papel juega Occidente en esta tragedia? La connivencia y el silencio son cómplices en este crimen contra la humanidad. Las grandes potencias mundiales, con su retórica de derechos humanos y democracia, han fallado estrepitosamente en detener esta masacre.
El doble rasero es evidente. Mientras se condenan otros conflictos y se demanda justicia en diferentes partes del mundo, Gaza parece estar condenada a un olvido calculado. ¿Dónde está la justicia para los palestinos que sufren día tras día la violencia y la opresión?
La excusa de la seguridad nacional no puede justificar el sufrimiento de todo un pueblo. La ocupación ilegal de tierras, la expansión de asentamientos y la violación sistemática de los derechos humanos deben ser denunciados y condenados enérgicamente por la comunidad internacional.
Es hora de que la humanidad despierte de su letargo moral y exija un alto a este exterminio en Gaza. No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas, no podemos permitir que la impunidad reine sobre la justicia.
La paz en Oriente Medio solo será posible cuando se respeten los derechos y la dignidad de todos los pueblos de la región, incluido el pueblo palestino. Es hora de levantar la voz y exigir un cambio, es hora de decir basta al genocidio en Gaza