Hoy: 23 de noviembre de 2024
En los últimos años el uso de los filtros y la inteligencia artificial se ha expandido exponencialmente, de forma que el cine o la publicidad no son ajenos al uso de efectos digitales. Especialmente aquellos que sirven para alterar la edad de los actores, una práctica cada vez más común en Hollywood. Sin embargo, para cada Robert De Niro rejuvenecido en El Irlandés (The Irishman, 2020) o para el envejecimiento de Samuel L. Jackson en Capitana Marvel (Capitain Marvel, 2019) se requieren cientos de horas de trabajo minucioso de artistas e ingenieros de efectos especiales (VFX). Por lo que, el anuncio de Disney es rompedor al poner en el mercado una nueva inteligencia artificial que es capaz de agilizar el proceso y, al mismo tiempo, crear resultados más fotorrealistas.
Según el propio recuento de Disney, al menos 12 películas y series de televisión utilizaron tecnología de reenvejecimiento durante 2022, un número que ha crecido constantemente desde su primera introducción hace solo unos años.
Por lo que la introducción de FRAN (por su nombre en inglés Face Re-Aging Network) facilita enormemente el trabajo de lo artistas VFX al permitir reducirlo a meras horas, además de reducir los costes de postproducción. Asimismo, el programa es capaz de realizar un envejecimiento facial fotorrealista y continuo entre los 18 y los 85 años de edad, tanto hacia adelante como hacia atrás en el tiempo.
Para crearlo, el equipo utilizó un programa llamado StyleGAN2 para generar al azar miles de caras sintéticas cuya edad estaba entre los 18 y 85 años. Una vez establecida esta base de datos, usaron herramientas de aprendizaje automático que envejecieron y rejuvenecieron estos retratos artificiales, que luego se alimentaron en otra red que propició el nacimiento de FRAN: Face Re-Aging Network.
A partir de ahí, el programa puede aplicar lo que aprendió a los vídeos de personas reales, sumando o restando años independientemente del ángulo, la posición, el movimiento o la iluminación. Posteriormente y según necesidad, los artistas VFX pueden entrar y retocar manualmente los marcos y las transiciones.
Como cualquier otro software, FRAN no está extinto de limitaciones. Los cambios de imagen grandes son más difíciles de generar, lo que dificulta volver a envejecer desde edades muy tempranas. Es decir, el envejecimiento de niños no está incluido en su entorno de aplicación. Tampoco contempla el encanecimiento del cabello.
De manera similar, el envejecimiento también puede introducir una variación en el índice de masa corporal (IMC) cuyos efectos en la cara el programa no puede controlar. Además, FRAN aún no brinda a los artistas un medio para especificar qué estructuras se agregan o eliminan realmente de la cara durante el envejecimiento como por ejemplo, lunares, patrones de arrugas específicos u otros signos cutáneos particulares.
Sin embargo, el equipo de desarrollo indica que “estas limitaciones también representan oportunidades interesantes para mejoras adicionales en el trabajo futuro.”