Las esfinges suelen ser leones reposados con cabeza humana y quietud aparente. Esculpidas alrededor de los templos egipcios, asegura la leyenda que recobran vida por la noche para defender a las divinidades que en las pirámides han sido sepultadas. Nadie, al parecer, las ha visto moverse, salvo la luna.
Yo no soy ese “buen español sin ganas” como Cernuda se sentía. Trato de ser buen español, colaborar pequeñamente con palabras de verdad y respeto a cuanto me atañe como ciudadano, recrearme en la música que llevan en su vientre los poemas y sugerir cambios en lo descarriado, empezando por lo propio.
Hago lo posible por atender las propuestas, actitudes y respuestas en el Congreso de los Diputados y me duele soberanamente el careto de esfinge acartonada de nuestro Presidente de Gobierno. Si se le pregunta por los fuegos, él responde: manzanas traigo; si se le pide explicaciones por sus enredos familiares, esboza una sonrisa de sentirse incomprendido y, al final, todo lo remite al TC donde, al atardecer, comienzan las otras esfinges a despertarse.
…Las golondrinas de Bécquer tiene cada vez menos balcones donde colgar sus nidos.