¿Recuerdan la canción de Joan Báez? Era otra época, éramos jóvenes y se pedía cantando solo con una guitarra como si se tratase de un arma arrojadiza.
La libertad no escrita, sino vivida y puesta en práctica para el ser humano, es la auténtica forma de existencia segura que hace grande a las personas.
En muchos países y culturas, la libertad es un grito que tiene eco. En otros muchos la disfrazan y la imponen como algo real, sin dejar de ser ficticio. Solamente son grandes mentiras exportadas.
La libertad en nuestros hogares y en nuestras vidas es un bien que hace que la felicidad reine en nuestro hábitat, solo de puertas para adentro.
Se trata de abrir las ventanas, salir a la calle, mezclarte con la gente sin miedo y sonreír a ese mundo maravilloso creado para nuestro placer.
No seguir consignas acomodaticias para el bien de unos pocos que las van a emplear tarde o temprano en contra de nuestras expectativas.
Seguro que muchos de los opresores de hoy cantaron esas canciones por la paz.
No dejéis nunca que personajes sin escrúpulos coarten esa libertad con la que todos nacemos por ser un derecho humano. Como decía Joan Báez en sus canciones, debemos ser valientes y luchar por conseguirla.
Esos derechos están para lograrlos y para no dejarnos avasallar.
¿Dónde están aquellos movimientos que muchos vivimos en nuestros años jóvenes para lograrlo?
Todo se oscurece y se convierte en turbio cuando te enfrentas día a día a tu trabajo, sobre todo cuando te hacen sentir con cierto desgarro que eres “mortal” y te sometes a la criba de unos jefes, algunos tan estrictos que resultan casi despiadados a los ojos de sus subordinados. Es entonces cuando comienza la verdadera lucha.
Eres un trabajador comprometido y como tal te debes a tu cometido, veas lo que veas, por muy en contra que estés, solo eres un mandado.
No protestas, no comentas, te limitas a cumplir y regresas los fines de semana a tu vida, en definitiva, a ¡TU LIBERTAD!
Qué gran significado y que poco se valora ese remanso de paz en tu hogar donde te sientes el rey.
Cuando comienza la semana de nuevo, guardas a buen recaudo esa libertad para que nadie la limite y te sientes el guardián de un magnifico tesoro.
Pocos son los que gracias a un trabajo vocacional pueden sentirse libres, y aunque no estén bien retribuidos, suelen sentirse felices.
Por eso muchos de los que hacen que la palabra libertad se haga viral, que se den cuenta de que, si no se siente y no se vive… La verdad siempre la suplirá.
¿Y qué es la verdad? Es la forma de una vida limpia y segura que hace grande al ser humano y que solo se consigue con una conciencia sin doble moral ni oscuridades.
¡Juntemos nuestras manos y pidamos por ese derecho humano de vivir en libertad!
¡Es hora de ponerla en práctica!