Hoy: 22 de noviembre de 2024
El sindicato de prisiones ACAIP-UGT exige al Ministerio del Interior que active los inhibidores de frecuencia instalados en las cárceles para evitar conflictos entre los presos por el uso del móvil.
La queja del sindicato, abarca dos ramas que interactúan entre ellas. Por un lado los móviles y por otro la forma que tienen los reclusos para introducirlo en las prisiones: Los drones. Y es que, móviles y drones en asuntos de prisiones van de la mano. Los drones sirven para introducir los móviles, y el uso de estos genera graves conflictos entre los reclusos.
Joaquín Leiva, portavoz del ACAIP-UGT, explica que “un móvil que en la calle costaba 70 u 80 euros, pasarlo a la cárcel podría costar unos 500 o 600 euros” Pero el problema no está en la adquisición de estos móviles. Los Smartphone, y el acceso a Internet genera graves conflictos entre los internos. Quien ha introducido un móvil “alquila el uso de este por tiempo. Eso supone deudas que tienen entre ellos, en algunos casos abundantes, que tardan en pagar y vienen las peleas y enfrentamientos”. También exigen a interior mas personal “para hacer mayores y mejores registros en las celdas”. Leiva explica que tampoco son fáciles de detectar ya que al ser de plástico, en su gran mayoría, a los escáneres les cuesta identificarlos.
En el año 2022 la incautación de teléfonos móviles en las prisiones españolas se ha incrementado en un 21% con un total de 2.733 terminales intervenidos. Esta cifra es la más alta registrada desde que aparecieron estos teléfonos, lo que supone un riesgo para la seguridad de los centros penitenciarios. Las prisiones donde los móviles campan a sus anchas son las de Málaga, Madrid III (Valdemoro) y Albolote, en Granada.
Drones
Los drones son el otro “gran y más grave” problema con que se encuentran los funcionarios de prisiones en el interior de estas. “Sobrevuelan los patios rápidamente, sueltan el paquete, y te puedes encontrar de todo: móviles, drogas, o incluso armas, con el peligro que eso conlleva”, explica.
A su juicio todo esto se podría solucionar de un plumazo si Interior activara los inhibidores de frecuencia instalados en las prisiones españolas o, en su defecto actualizar el Software de estos inhibidores para que obstaculicen la señal de aparatos con tecnología 4 o 5G ya que ahora solo obstaculizan tecnología 3G.
“Activando los inhibidores evitaríamos los conflictos entre internos por los móviles y el sobrevuelo de los drones por las cárceles”. “Solo el año pasado descubrimos 47 drones volando sobre las cárceles”, explica Leiva.
Los teléfonos móviles son un objeto prohibido dentro de las prisiones para evitar la continuación del delito, entre otros, de bandas organizadas o de violencia de género. Esto los convierte en elementos muy cotizados entre los presos. generando un mercado negro con los problemas que esto genera.
El sindicato insiste en la necesidad de dotar de medios materiales y humanos suficientes para, por un lado, evitar la entrada de móviles en la prisión y por otro, realizar un control “eficaz” en el interior. Por todo ello el sindicato exige el correcto funcionamiento de los inhibidores de frecuencia de las prisiones y que se adapten a las nuevas tecnologías. “Si limitamos las posibilidades del uso de móviles y drones, reducimos la utilidad y evitamos el comercio ilícito”, sentencia.