Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Partido Popular superaría al PSOE pero no podría gobernar debido a que Vox empeoraría sus resultados de las elecciones de 2019, según el barómetro de julio de 40 dB para El País y la Cadena Ser. Después de la obtención de una mayoría absoluta del actual presidente en funciones de Andalucía, Juan Manuel Moreno en las elecciones, el PP se encontraría cerca de los 176 diputados que exige el Congreso de los Diputados para gobernar. Todo ello en un contexto en que su presidente, Alberto Núñez Feijóo, tomó el mando recientemente en sustitución de Pablo Casado.
En la anterior encuesta marzo, con el PP en plena crisis interna, el PSOE encabezaba los pronósticos claramente, adelantando por cinco puntos a su rival a la derecha. Según se sugiere, la intención de voto al partido de Pedro Sánchez ha seguido una tendencia muy estable en dicho periodo. Por el contrario, ahora es del 26,3%, cuatro décimas menos que en aquel momento, lo que significa que sus estabilidad no se ha quebrado por completo. La diferencia se fundamenta en que el PP ha resucitado después de ese episodio de relevo en el seno del partido y actualmente tiene casi seis puntos más que entonces. Asimismo, el partido liderado por Feijóo superaba al de Pedro Sánchez en escaños en las anteriores previsiones. No obstante, eso se ha traducido ahora en votos.
En marzo, un periodo inestable para los populares, Vox se encontraba a 2,5 puntos de distancia del Partido Popular. En este último barómetro, el PP le saca casi 12 puntos al partido comandado por Santiago Abascal, que en tan solo cuatro meses ha reducido su intención de voto más de 3 puntos -del 19,2% al 15,9%-. Unos números que tendrían siete décimas más que su resultado cosechado las elecciones andaluzas.
Los datos al detalle de la encuesta corroboran que la estrategia centrista del PP habría contenido las transferencias de voto hacia Vox. Desde marzo, se aminorado en más del 50% de la parte de los votantes populares en fuga hacia la extrema derecha. Entonces, el PP perdía en ese sentido casi uno de cada cinco apoyos, unos datos cifra que se derrumban hasta un 8,4%. Se deduce que la mayoría de las fugas proceden de Ciudadanos, un partido en descomposición que ni siquiera consiguió representación en Andalucía. Han pasado del 16% en marzo al 37% en el momento actual.
Aparte de ello, el PP obtiene un tanto a favor en los votantes más moderados e incluso sería el “vampiro” de votos del PSOE. Los socialistas más centristas estarían en el 16,5% del total de sus votantes por un 13,2% del PP. Se trata de un segmento que se sitúa en opinión de los encuestados, la llamada autoubicación, en el centro exacto de la escala ideológica. En el presente barómetro, la formación popular se lanza hasta el 22,7%, mientras el PSOE disminuye al 14,1%. Así, se refrenda la tesis sugerida por los comicios andaluces: el PP conseguiría calar en algunos votantes socialistas, los más “templados”. Sin embargo, el Partido Socialista obtendría como contrapartida un 8,7% de los votos de los electores de Unidas Podemos y algunos de los rescoldos de Ciudadanos: un 3,1%.
El PSOE prosigue con el ambiente pesimista derivado de las elecciones andaluzas y habría perdido más de un punto en el pasado mes. En cambio, Unidas Podemos, el socio minoritario de la coalición, mejora levemente hasta un 11,7%, lo que arroja una estabilidad mantenida desde principios de año. Dicha tendencia, aun así, le haría perder cuatro de los 35 diputados de 2019. Esa citada estabilidad se podría quebrar con la irrupción de la nueva plataforma electoral de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que la ha denominado ‘Sumar’. Díaz es el principal activo de la izquierda más allá del PSOE y la dirigente mejor valorada por los ciudadanos, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Así las cosas, el electorado socialista se sitúa como el más desmovilizado, un fenómeno extensivo a todo del espectro izquierdista. La abstención sería uno de las vertientes en la que se manifestaría dicha desmovilización, en torno a un 20% de la izquierda. Por el contrario, sería alrededor de un 10% en la derecha. Hechos que se vinculan habitualmente desde la sociología o la ciencia política con la polarización y la insatisfacción de las demandas ciudadanas.
El suflé que significaron las elecciones andaluzas -donde Vox no consiguió ser determinante para tratar de nvestir a Moreno Bonilla pese a sus perspectivas- se apuntala en esta encuesta con un retroceso en el último mes. Aunque el descenso no es muy elevado, de unas tres décimas. lo que más deben temer los de Abascal es la disputa de votos con el PP, que mantiene una tendencia estable con el nuevo giro de la Dirección Nacional hacia el centro. Un caladero de votos en el que el Partido Popular quiere seguir pescando para recuperar las fugas a raíz de la creación de Vox.
En lo que respecta al soberanismo catalán, lo que más resalta es la mejoría de Junts, que pasaría de ocho diputados en 2019 a diez. Hay que recordar que cuatro de ellos se escindieron luego para formar el PDeCAT, la marca del expresident Carles Puigdemont. Esquerra Republicana de Cataluña, por su parte, bajaría de 13 a 12 escaños. La conclusión que se desprende es que el nacionalismo, del que dependen habitualemente las mayorías actuales del bloque de investidura, se mantendría incólume aparentemente ya que tendría la misma cantidad de representantes, 36.