Invita a tomar ejemplo de la mirada de Jesús, ‘que bendice y acoge’ y, además, ofrece una Iglesia sin divisiones internas
Este miércoles, el Papa condujo la misa de apertura de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad. Roma acoge esta consulta mundial sobre el futuro del catolicismo desde el 4 hasta el 29 de octubre. En ella, Francisco llama a la Iglesia a seguir la mirada de Jesús, “que bendice y acoge” y, además, invita a la institución a ser una comunidad que “no crea divisiones internas”.
El inicio de este evento ha estado marcado por el desencuentro de cinco cardenales en cuestiones como la bendición de parejas homosexuales y el sacerdocio femenino. Por ello, el Pontífice ha instado a discernir si existen formas de bendecir parejas homosexuales que no se confundan con el matrimonio.
A pesar de sus reticencias a hacer cambios profundos respecto a este asunto dentro de la Iglesia, advirtió en la misa de que esta no puede ser “rígida, aduana, que se acoraza contra el mundo y mira hacia el pasado”.
Además, recordó que el sínodo subraya que la Iglesia debe “ser reparada” porque es “un pueblo de pecadores perdonados”. Finalmente, invitó a seguir el ejemplo de San Francisco de Asís en el día de su homenaje. “No criticó a ninguno y solo abrazó las armas del Evangelio”, destacó el Papa del santo.
464 personas participan en el sínodo, de las cuales diez son españolas. Como, por ejemplo, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. También acuden al evento el arzobispo emérito de Zaragoza, Vicente Jiménez Mora; el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, y el obispo de Solsona, Francisco Simón Conesa Ferrer. La Asamblea plenaria de los obispos españoles eligió a estos tres últimos para el encuentro de Roma.
El celibato, el diaconado femenino y el colectivo LGTBI+, en la agenda
En torno a cuestiones como el celibato opcional y el diaconado femenino, este sínodo ahonda en estos temas al igual que el anterior de la Amazonia en 2019.
Sin embargo, dicho sínodo, en su exhortación ‘Querida Amazonia’, eludió la propuesta de ordenar hombres casados en zonas remotas de esta región en favor de fomentar vocaciones indígenas. Por otra parte, reservó para las mujeres funciones que no requieran el orden sagrado.
De cara al futuro, la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos tendrá otra sesión en octubre de 2024. En las fases de este año y en las del próximo votarán todos los participantes. Incluido el 25% de los que no son obispos, cuya mitad son mujeres. Esta edición es la primera en la que este colectivo y el de los laicos tienen voz en la consulta.
Otras cuestiones importantes en el sínodo son los abusos sexuales, de poder y de conciencia, que recoge su documento oficial.
Aun así, pese a su importante trascendencia, el sínodo tiene una función aclaratoria, ya que es el Papa en última instancia quien toma las decisiones.
La Asamblea coincide con la noticia de que el Papa ha nombrado al arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, miembro del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Como indica su nombre, esta institución busca “promover la vocación y la misión de los fieles laicos en la Iglesia y en el mundo”.