Hoy: 23 de noviembre de 2024
Hasta el piso 4º del número 14 de la madrileña calle Antonio Maura, adonde tosió los últimos inviernos María Zambrano, dos paisanos ilustres le obsequiaron el llamador de la puerta de su casa, cuando vivía en Vélez con su familia y al llamador todavía no alcanzaba. Ella misma nos recuerda que sólo podía tocar los azahares del naranjo cuando su padre gustaba de subirla a sus hombros…
A los llamadores de muchas puertas de amigos clamó la insigne creadora de “la razón poética”, sin que nadie dentro respondiera. O acaso alguno.
A la miel acuden todos. Nadie, a la indigencia de los panales vacíos.