La nueva causa abierta podría imputar a la exsecretaria general del PP por el ‘caso Kitchen’ y otros entramados como la ‘Operación Cataluña’ y la supuesta financiación ilegal de Podemos
El juez Manuel García-Castellón, encargado de algunos sonoros casos de corrupción del Partido Popular como la ‘trama Púnica’ o el ‘caso Lezo’, ha aceptado este martes abrir una causa contra la exsecretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, con el objetivo de investigar su presunta relación con los llamados papeles de Bárcenas, una polémica mediática que situó bajo los focos al extesorero de la formación azul, Luis Bárcenas, por presuntas irregularidades bancarias en la financiación del PP, enmascaradas en la caja de solidaridad o caja B.
En un primer momento, García-Castellón descartó la posibilidad de sentar a Cospedal en el banquillo de los acusados al considerar que los nuevos audios difundidos por FUENTES INFORMADAS y El País no constituyen indicios suficientes para involucrarla en el ‘Operación Kitchen’, un entramado tejido desde el Ministerio del Interior del popular Jorge Fernández Díaz para destruir la información comprometedora sobre la mencionada caja B que atesoraba Luis Bárcenas.
Ahora, sin embargo, a la luz de las nuevas grabaciones y del profundo descontento que han generado entre los lectores, el juez ha accedido a abrir la pieza número 34 de la macrocausa ‘Tándem’. La orden ha sido tramitada directamente a la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, que “analizará” los audios para tratar de determinar la “relevancia” en el caso judicial.
Las grabaciones no solo atañen a la supuesta corrupción de Bárcenas, sino también a la ‘Operación Cataluña’ y a las pesquisas sobre la presunta financiación ilegal de Podemos.
La ‘Operación Cataluña’ fue un plan pergeñado desde Interior por el que la policía patriótica -un grupo de agentes nombrados a dedo por el PP y liderados por Villarejo- debía tratar de frenar el apogeo del independentismo catalán, encarnado en las figuras del expresident, Jordi Pujol, y el entonces titular de la Generalitat, Artur Mas.
La brigada patriótica comenzó a esparcir por la prensa el rumor de que algunos dirigentes afines al separatismo, como los dos antes citados y el alcalde de Barcelona, Xavier Trías, ocultaban cuantiosas sumas de dinero en Suiza. Las cuentas bancarias a las que estaba asociado el dinero nunca aparecieron, pero la estrategia de difamación dio sus frutos. La reputación de Convergència i Unió (CiU) cayó en picado, llegando a perder en las siguientes elecciones hasta 12 escaños.
Posteriormente, se recurrió a la extorsión. Tras una serie de indagaciones, por medio de la cloacas del Estado se envió a un grupo de policías a la Banca Privada de Andorra (BPA), donde se creía que Pujol escondía otra cantidad millonaria. Estos agentes habrían amenazado con intervenir la entidad si los propietarios no les facilitaban los datos de dichas cuentas, según corrobora en otra de las grabaciones el exjefe de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín Blas.
En cualquier caso, Cospedal habría ofrecido a Villarejo su colaboración en el desprestigio de los líderes nacionalistas catalanes, proponiendo pagar a los confidentes que aportaran información privilegiada sobre el presunto dinero ilegal.
Por otro lado, una operación de semejantes características trató de demostrar una supuesta financiación ilegal de Podemos. En 2015, Okdiario accedió a un documento, el informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima), que constataba un movimiento bancario procedente del Gobierno venezolano, entonces presidido por Hugo Chaves, de 272.000 dólares a una cuenta en las Islas Granadinas a nombre de Pablo Iglesias. La coartada se reforzó con un presunto chantaje a altos cargos del país latinoamericano, a los que la policía patriótica presionó para que denunciaran corruptelas de la formación morada.
En otra de las grabaciones difundidas por este medio, Cospedal manifestó abiertamente su interés por desacreditar al partido político naciente, a lo que el excomisario Villarejo respondió: “El coletas es un hijo de puta en toda regla”.