Hoy: 23 de noviembre de 2024
El invierno astronómico empezó a las 04:27 de este viernes, hora peninsular de España, y terminará el 20 marzo de 2024 con el inicio de la primavera en el hemisferio norte. Su inicio se define en el instante en el que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el Sol presenta su máxima declinación hacia el sur. En el mismo día, esta estrella alcanza su menor elevación sobre el horizonte al mediodía y describe en el cielo el arco más corto. Como consecuencia, esa es la fecha con menos horas solares del año. Por otra parte, en el solsticio de diciembre, el verano comienza en el hemisferio sur.
Las noches del invierno son largas y con frecuencia secas y, por tanto, ideales para observar el cielo. Durante el invierno de 2023-2024 se podrán ver distintos planetas y constelaciones a lo largo de cada noche.
Al principio de la estación, se pueden ver al anochecer los dos grandes planetas gaseosos, Saturno y Júpiter. Sin embargo, el primer planeta desaparecerá del cielo vespertino a mediados de febrero por su acercamiento al Sol.
Por otro lado, Mercurio hará una breve aparición durante marzo, por lo que la estación terminará con dos planetas visibles al anochecer: este planeta y Júpiter.
En invierno, se pueden apreciar constelaciones como Orión. Otros fenómenos de interés astronómico durante el invierno de esta temporada incluyen las lluvias de meteoros de las úrsidas, cuyo máximo se espera hacia el 22 de diciembre. También las cuadrántidas, cuyo número máximo se espera hacia el 3 de enero. Y las lunas llenas del invierno tendrán lugar el 27 de diciembre, el 25 de enero y el 24 de febrero.
El 3 de enero de 2024 se producirá el momento de máximo acercamiento anual entre la Tierra y el Sol, denominado perihelio. En ese momento, la distancia de la Tierra al Sol será de poco más de 147 millones de kilómetros. Es decir, unos 5 millones de kilómetros menos que en el momento de mayor distancia (afelio), el 5 de julio del año que viene. En este invierno no se producirá ningún eclipse solar ni lunar.
Con algo menos de 89 días de duración, el invierno en el hemisferio norte es la estación más corta del año. Lo que explica este fenómeno es el hecho de que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica. Además, el invierno coincide con la época del año en la que nuestro planeta se encuentra más cerca de la estrella. Cuando esto sucede, se da la segunda ley de Kepler. Es decir, la Tierra se mueve más rápido en su órbita. Y por eso, necesita menos tiempo para llegar al punto donde comienza la primavera.
Según el año, el invierno puede comenzar en cuatro fechas diferentes. En concreto, las comprendidas entre el 20 y el 23 de diciembre. En el siglo XXI, el invierno empezará entre el 20 y el 22 de diciembre. Su inicio más temprano se dará en 2096, mientras que el más tardío ocurrió en 2003. Las variaciones de los años dependen de la alternancia entre los que tienen 365 días y los bisiestos.
En Madrid, el día del solsticio de invierno tendrá 9 horas y 17 minutos de Sol, en contraste con las 15 horas y 3 minutos de Sol que tuvo el día más largo en el de verano. En este caso, la diferencia entre el día más corto y el más largo es de casi seis horas de Sol. A medida que la Tierra se acerca al ecuador, esa diferencia disminuye, mientras que en los polos terrestres la diferencia es máxima.