El ministro de Economía ha expuesto las razones de este viraje en un comunicado publicado este lunes
Este lunes, el ministro británico de Economía, Kwasi Kwarteng, ha anunciado en nombre de la primera ministra, Liz Truss que el Gobierno renunciará a bajar el impuesto sobre la renta del 45% al 40%, contraviniendo así la promesa formulada apenas un mes antes, el 5 de septiembre, cuando se designó a la nueva premier.
“Está claro que la abolición de la tasa del 45% se había convertido en una distracción en nuestra misión primordial de abordar los desafíos de nuestro país”, explicaba el Kwarteng en un comunicado. “Como consecuencia, no seguiremos adelante con su abolición. Lo entendemos, y hemos escuchado”.
La lectura en público de estas líneas se produce apenas 24 horas después de que Truss reiterara su determinación de bajar la renta pública en una entrevista en la BBC. Las razones que subyacen a este cambio en la hoja de ruta se relacionan con la crisis interna que acucia a los tories, que podría agravarse si la propuesta es tirada por tierra en el Parlamento.
En detrimento de los conservadores, los laboristas de Keir Starmer se encuentran en medio de un ascenso fulgurante, con previsiones de duplicar su 21% de representación y elevarla hasta un 54%. Alarmado por las cifras, Kwarteng se ha apresurado a añadir que el Ejecutivo deberá “enfocarse en llevar a cabo las partes principales del paquete de crecimiento”, o ‘Trussonomics’, a saber, “reforma de las políticas de oferta y grandes proyectos de infraestructura”.