Si cambiase de paternidad el gobierno nos han prometido invalidar la Ley de la memoria democrática por sentirse inválida ella misma. Al ponerla delante de los espejos cóncavos de Valle-Inclán, la ley refleja la caricatura de lo pasado a vista de pájaro y, dependiendo del sitio donde el pájaro estuviese, unos resultaban culpables y otros inocentes… La única verdad es que todos sufrieron las mismas heridas y, todos también, los que con otra vida habían soñado.
Espejos cóncavos, esperpentos en la España nuestra que resiste delirios cuando se asoma a sí misma y se ve deformada por las circunstancias.
-Qué te pasa, pregunté a una jovencita que pedía en la calle.
-Nada, que el mes pasado fue mi cumpleaños y me prometieron 20 euros, pero pasan los días y sigo sin ellos… Toma uno, le dije, y ya sólo te faltan diecinueve.
…Veinte días nos faltan para que puedan cumplirse las promesas.