Hoy: 3 de diciembre de 2024
En ‘Luces de Bohemia’, Valle-Inclán nos define a su modo qué son los esperpentos que él ha descubierto en los espejos cóncavos de la Calle del Gato.
Cuando niños, en las ferias de los pueblos casi siempre había una caseta donde estaban los espejos de la risa en la que, los mismos, éramos otros deformados en los labios que nunca estuvieron en nuestra boca o en los vientres que aún conservaban su musculatura. O en los ojos, que se achinaban desmesuradamente.
Quizá en nuestro tiempo no haga falta regresar a los espejos de la feria, porque la feria, casi entera, es esta vida. Hoy está deformado lo aprendido. Aquellas niñas de ojos grandes que nos conmovían no pueden ser piropeadas porque, según dicen, las convertimos en objetos de deseo, cuando el deseo es ya lo único que nos va quedando.