Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado este viernes que los tipos de interés se verán sometidos a un alza del 0,75% en los próximos días, el mayor incremento de la historia.
La noticia ha emanado de la presidenta de la institución, la francesa Christine Lagarde, quien ha hecho pública la nueva iniciativa en una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno en Frankfurt. La dirigente ha hecho gala de un marcado pesimismo y ha justificado la decisión alegando que “la inflación sigue siendo demasiado alta y es probable que se mantenga por encima del objetivo durante un período prolongado”.
Dicho objetivo consistía en evitar que la inflación rebasara el 2%, para lo que el BCE ya puso en marcha una subida similar de un 0,5% a finales del pasado mes de julio. “Estamos lejos” de ese nivel, ha reconocido. “Nuestra credibilidad será juzgada en función de si conseguimos devolver la inflación a ese 2%”. Las alarmas se han disparado cuando Lagarde ha admitido que “no sabe” a cuántos aumentos más se enfrentarán los tipos de interés antes de que la inflación pueda contenerse.
“Estamos determinados a hacer lo que haga falta por rebajar los precios y operaremos reunión a reunión, siempre basándonos en datos estadísticos”, ha prometido. Sin embargo, ante las “presiones sobre los bancos” que, a su juicio, “han seguido fortaleciéndose y ampliándose en toda la economía”, queda claro que “la inflación puede aumentar más en el corto plazo”, por lo que el BCE prevé nuevos incrementos de los tipos de interés próximamente.
Cabe recordar que los tipos de interés constituyen el principal activo de los bancos para influir sobre la economía comunitaria. Consisten en una tasa que se cobra a los bancos convencionales de cada país cuando se produce una concesión de préstamos o se deposita dinero en las respectivas cuentas. Esta tasa termina provocando que, a largo plazo, recibir un préstamo acabe saliendo más caro de lo habitual, lo que desincentiva la inversión. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) también inició un incremento en el mes de julio.
Con todo, los pronósticos del BCE de cara a 2023 y 2024 no auguran precisamente buenas noticias. La institución de Lagarde vaticina una “desaceleración sustancial en el crecimiento económico de la zona euro”, así como un “estancamiento de la economía a finales de 2022 y en el primer trimestre de 2023”. Las razones que subyacen a esta crisis pueden encontrarse en la reducción del poder adquisitivo de los socios comunitarios debido a los “altísimos precios de la energía” y a la “situación geopolítica adversa, que lastra la confianza de empresas y consumidores”.