Hoy: 23 de noviembre de 2024
Autofilia: amor por la soledad. Una filia en alza en estos tiempos de ruido, hiperconexión y sobreexposición en redes. Habría que poder ir al espacio para desconectar de todo y recuperar un descanso reparador. Y lo mejor es que eso ya es posible sin ser Elon Musk ni tener que atravesar la atmósfera. Futurotel ofrece a sus clientes la posibilidad de vivir la experiencia futurista de dormir en una cápsula espacial en un lugar tan conectado con el pasado histórico como la calle Tablas de Granada, en el entorno de su maravillosa Catedral.
Ya era posible hacerlo antes en Málaga, donde se inició esta aventura empresarial. Y si eres una persona con carácter emprendedor quién sabe si pronto habrá nuevas ubicaciones, porque según se anuncia al entrar en su web es muy fácil sumarse a esta franquicia.
En Futurotel las habitaciones son en realidad cápsulas de poco más de cinco metros cuadrados, una cama grande en la que caben dos personas si quieres que esa experiencia sea compartida, una gran televisión muda con auriculares para no perturbar el descanso de los vecinos de cápsula (solo una al lado, el resto por encima o por debajo, porque según explican en Ideal, el Futurotel de Granada cuenta con 18 cápsulas divididas en dos habitáculos, las nueve colocadas unas encima de otras), un minibar y mandos de videojuegos.
Y es que en Futurotel, además de una experiencia futurista en un hotel innovador en el que la domótica te ofrece todo tipo de comodidades activadas con la voz, puedes disfrutar de tus plataformas en streaming favoritas, máquinas arcade, simulador de conducción, zona gaming, patinetes y bicicletas eléctricas e incluso una zona spa temática privada.
Los huéspedes de las cápsulas comparten baño con geles veganos y de diferentes olores. El agua de los lavabos se activa con una pequeña tablet en la que se marca también la temperatura y en el espejo se abre internet para poner música en YouTube mientras te aseas o lavas los dientes. Fuera hay una terraza con barbacoa para socializar y charlar antes de recluirte en silencio en la cápsula.
Hasta el más mínimo detalle está pensado para hacer que la experiencia sea lo más realista posible. Hay escaleras para acceder a las cápsulas de la planta superior y las puertas cierran como las del interior de un cohete. Todo con calidad VIP pero a un precio low cost. Y después de esa desconexión virtual y del descanso reparador, nada como disfrutar alguna de las excursiones reales por la ciudad que se pueden contratar desde el mismo hotel. Virtualidad y mundo real se funden a la perfección en este alojamiento que parece ciencia ficción pero que está al alcance de todos: 35 euros la noche.