Han sido detenidas 4 personas entre los que se encontraba una conocida como el “cirujano”, encargado exclusivamente del “picaje” del oleoducto
La Guardia Civil ha procedido a la detención en la localidad de Utrera (Sevilla), de 4 personas. Son una banda criminal dedicada a la sustracción de carburante perforando oleoductos. Se les imputa la supuesta comisión de robos con fuerza, pertenencia a organización criminal, contra la seguridad colectiva y receptación.
La operación denominada “Benzino” comenzó a finales del mes de noviembre, cuando se supo de la conexión realizada mediante un método muy sofisticado, en un tramo de un oleoducto ubicado en Alcalá de Guadaira, donde se extrajeron 2300 litros de combustible.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes del Equipo de Patrimonio la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Grupo de Especialistas en Desactivación de Artefactos de Explosivos y de Naturaleza NRBQ (GEDEX) de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla así como el Puesto de la Guardia Civil de Utrera y dirigida por el Juzgado de Instrucción nº4 de Utrera (Sevilla).
Se han recuperado dos depósitos con un total de 1000 litros cada uno y se realizaron una inspección en una empresa distribuidora de combustible ubicada en la localidad de Espera (Cádiz) y un registro en el domicilio arrendado por uno de los detenidos en Utrera, incautándose nanómetros de presión, mangueras, perforadoras, visor nocturno, linternas, detectores de radares, nanómetros y diversas herramientas varias; todas ellos elementos para realización del “picaje” y extracción del combustible.
Tras las primeras investigaciones, se pudo comprobar que por la metodología, infraestructura y la forma que empleaban, se trataba de una organización especializada en estas extracciones. Continuando con las investigaciones los agentes constataron que la organización contaba con una persona denominada “cirujano”, encargada exclusivamente de la perforación de los oleoductos.
La organización había alquilado una parcela rústica como centro de operaciones en las afueras de la localidad de Utrera (Sevilla), donde se planificaban las decisiones y se establecían lazos comerciales con empresas de distribución de combustible, cuyo responsable comercial de una de las empresas investigadas resultó detenido.