Hoy: 22 de noviembre de 2024
El virus de la influenza, conocido por ser el causante de la gripe, posee varios subtipos encargados de definir cómo será la cepa que predomine cada invierno entre la población. Actualmente, esto no se puede predecir, por lo que los investigadores están en búsqueda de una vacuna “universal” que podría proteger a la humanidad de la mayor parte de subtipos.
La vacuna que propone la autora principal del estudio publicado en la revista Science, Claudia P. Arévalo, tiene un enfoque alternativo. Ella y su equipo pretenden generar una vacuna multivalente que codifique todos los subtipos conocidos. Esto contrasta con los intentos anteriores de limitarse a un conjunto limitado de antígenos comunes de varios subtipos.
Para ello, Arévalo y compañía aprovechan los avances tecnológicos recientes en el campo de las vacunas basadas en ácidos nucleicos, para desarrollar una vacuna de nanopartículas lipídicas de ARN mensajero. Esta incluirá el material genético que codifica antígenos de hemaglutinina (estos son aquellos objetivos proteicos del virus que reconocerán nuestros anticuerpos para combatirlo) de los 20 subtipos de virus de la influenza A y B.
Las vacunas contra la gripe estacional ofrecen poca protección contra las cepas del virus predominantes en cada momento. Esto se debe a que las vacunas se desarrollan frente al subtipo principal que circuló el año anterior, pero no puede predecirse con tiempo cuál será el que cause la pandemia el año siguiente.
Esta vacuna, al estar formulada para ir en contra de todos los subtipos conocidos, podría solucionar este problema. De esta manera, mejoraría los datos de incidencia e impacto en la salud del virus en la población mundial.
Los resultados que observó el equipo durante sus ensayos preliminares han sido prometedores. La nueva vacuna provocó altos niveles de anticuerpos, tanto de reacción cruzada como específicos de subtipo, tanto en ratones como en hurones, lo que les protegió de varias cepas del virus de la influenza.
Estos resultados sugieren que la vacuna podría disminuir el potencial de aparición de nuevas cepas virales. Sin embargo, se deben abordar los límites de las vacunas de ARN mensajero y aclarar un camino común para la aprobación de estas. Con ello, se podrían diseñar vacunas realmente universales y 100% optimizadas.