Hoy: 22 de noviembre de 2024
La Policía Nacional, en una operación conjunta con los Mossos d’Esquadra y la Policía Judiciaria portuguesa, coordinada por EUROPOL, han logrado desarticular una banda criminal que secuestró en Portugal a un empresario que apareció amordazado en Barcelona.
Los asaltantes se desplazaron con el vehículo de la víctima 1.200 kilómetros, en un trayecto que duró unas 20 horas aproximadamente. Primero por diferentes puntos de Portugal, para después atravesar la frontera española hasta llegar a la localidad de Collbató (Barcelona), donde lo dejaron abandonado en una zona boscosa atado a un árbol.
Mientras lo tenían retenido, los secuestradores, mediante violencia y amenazándolo a punta de pistola, obtuvieron las claves bancarias de la víctima y realizaron numerosas transferencias bancarias desde su cuenta corriente a otras ubicadas en Francia y en Lituania. Al final le robaron más de 100.000 euros, a pesar de que habían intentado defraudar más cantidades.
La Policía Nacional ha comunicado que por este hecho han sido detenidas nueve personas, cinco en Torremolinos (Málaga) y cuatro en Alicante, Sucina (Murcia) y Málaga. Seis de ellos están relacionados con el secuestro del empresario que apareció en Barcelona y los otros tres con el intento de secuestro de una empresaria en la localidad portuguesa de Setúbal.
Los secuestradores también sustrajeron las tarjetas bancarias de la víctima y el código pin, con lo que efectuaron reintegros en cajeros automáticos y compras de aparatos electrónicos en establecimientos comerciales del centro de Barcelona. Paralelamente, en Portugal, el hijo de la víctima alertó a las autoridades policiales de la desaparición de su padre.
A partir de la denuncia, y con la localización de la víctima, se inició la investigación. La Policía, un día antes de llevar a cabo las detenciones, constató que los principales investigados se habían desplazado de manera inesperada a Portugal para llevar a cabo otro secuestro en la localidad de Setúbal.
Un sistema de geolocalización, sumado a la denuncia de los hechos ante las autoridades policiales portuguesas, permitió ubicar a los secuestradores en Torremolinos (Málaga), lugar donde una patrulla de Policía Nacional detuvo a las cinco personas implicadas en los hechos, dos de las cuales también estaban relacionadas con el primer secuestro investigado.
Gracias a la declaración de las víctimas, los investigadores obtuvieron información sobre cómo estaba conformado el grupo responsable del secuestro. Tres personas eran las encargadas de materializar el secuestro, mientras que los otros se encargaban del entramado bancario que recibió y dio salida al capital sustraído a la primera víctima localizada en Collbató (Barcelona).