Hoy: 23 de noviembre de 2024
En una operación internacional, la Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal dedicada al robo y falsificación de vehículos de alta gama. En total, 25 personas han sido detenidas en diferentes países europeos por delitos de integración en organización criminal, robo con fuerza, falsedad documental, receptación de vehículos y blanqueo de capitales. El grupo sustrajo y falsificó 217 vehículos híbridos de alta demanda, que fueron destinados al mercado de vehículos de ocasión en Mauritania y Polonia.
La operación, denominada Z-Babilonia, comenzó en noviembre de 2021 cuando la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil detectó el envío de cuatro vehículos robados en Madrid a través de una empresa de transporte con destino a un puerto francés. Estos vehículos, todos híbridos de alta gama con matrículas francesas falsificadas, no presentaban signos de forzamiento y fueron robados en localidades cercanas a Madrid.
La investigación reveló que la organización operaba de manera coordinada en varios países. Los principales responsables en España eran dos varones marroquíes que seleccionaban los vehículos a robar y proporcionaban documentaciones y matrículas falsificadas. Utilizaban herramientas informáticas y software malicioso para arrancar los vehículos sin forzamiento, y luego modificaban los registros físicos para hacerlos coincidir con vehículos legales en Francia.
Los vehículos robados eran transportados a Mauritania, Senegal y Polonia utilizando empresas de transporte, principalmente españolas y lituanas. Una vez en los puertos franceses, eran embarcados hacia África. Otros vehículos eran conducidos por miembros de la organización hasta Polonia para su venta en el mercado de vehículos de ocasión.
La operación fue posible gracias a un equipo conjunto de investigación entre Francia y España, coordinado por EUROJUST y EUROPOL, con la colaboración de las policías de Bélgica, Polonia y Austria. Este equipo permitió el intercambio de información y la identificación de un ciudadano mauritano en Francia como el coordinador principal, y su hombre de confianza, un marroquí en Bruselas, que coordinaba las operaciones en varios países.
La operación fue dirigida por el Juzgado de Instrucción número 30 de Madrid y ejecutada por la Sección de Delincuencia del Automóvil de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.