Del SIMO al Mobile World Congress

Durante muchos años, Madrid fue la sede principal de las ferias tecnológicas internacionales en España, pero Barcelona le arrebató ese honor en 2006

Este lunes 27 de febrero, Barcelona acoge el Mobile World Congress, feria internacional donde acuden las grandes empresas tecnológicas para mostrar sus últimas novedades. Este evento es costumbre en la Ciudad Condal desde 2006. Ese año fue el penúltimo de la edición del Salón Informativo de Material de Oficina (SIMO) en Madrid, exposición de misma temática, pero no tan enfocada en los móviles como la de la capital catalana.

SIMO se celebraba en Madrid todos los otoños, desde 1961 hasta 2007. Era una feria para el público en general, con algunos días reservados a profesionales. Como su nombre indica, en un principio, estuvo orientado al mobiliario de oficinas. Con el tiempo, se diversificó hacia un concepto más amplio que el del lugar de trabajo.

Las primeras ediciones se celebraron en el antiguo Palacio de Exposiciones de la Cámara de Comercio, en pleno Paseo de la Castellana. Luego, en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo y, finalmente, en IFEMA. En los años 80, llegaría el boom de la informática, con la muestra de varios productos electrónicos que rara vez se veían en los anuncios.

En la década de los 90 la feria pasó a denominarse oficialmente SIMO TCI (Feria Internacional de Informática, Multimedia y Comunicaciones). Durante ese periodo, los teléfonos móviles cobraron un especial protagonismo. El Nokia 7110 destacó entre ellos. Fue el primero con navegación WAP. Es decir, se conectaba a la red de manera inalámbrica. Esto supuso una revolución digital, ya se podía acceder a un correo electrónico, consultar la actividad de un grupo de noticias y descargar politonos y otros archivos multimedia más allá de un ordenador.

Con la llegada del milenio se consolidaron los talleres y las ponencias de nuevas tecnologías del mercado de consumo relacionadas con Internet y el nacimiento de la Web 2.0., donde los usuarios pueden colaborar mutuamente en la creación de contenido. Durante la década de los 2000, SIMO se abrió al mundo de los videojuegos. De hecho, la consola Xbox 360 estuvo presente en la feria, semanas antes de salir a la venta en España.

SIMO, entendido como una especie de ‘Mobile World Congress’, llegaría a su fin con la crisis financiera de 2008. En este contexto, Toshiba, Microsoft, Telefónica y Orange rechazaron participar en la feria. Fuentes de esas empresas indicaron que el coste de la asistencia y la menor afluencia de visitantes que podía ocasionar un evento más reducido fueron las razones principales de esa decisión, que contribuyó a la cancelación de la edición de ese año.

Posteriormente, los intentos de volver al concepto original de SIMO han quedado en saco roto, con ediciones pensadas en un público exclusivamente profesional. Sin embargo, en los últimos años, la feria se ha enfocado en la innovación tecnológica en la educación, y es un evento de referencia mundial dentro de este ámbito.

Un asiduo al antiguo SIMO era Eduardo, que estaba interesado especialmente en las últimas novedades de teléfonos. Además, acudía tanto con entrada general como con la profesional. “En la feria, había ofertas especiales para comprar móviles a un precio más barato. Incluso, gratis”, explica. Recuerda que de allí se llevó uno de Mitsubishi, que, por aquel entonces, era una compañía potente en el sector. También destaca que las operadoras requerían cambiar de número para consumir sus productos, a diferencia de hoy, que ya no exigen hacerlo.

Del menosprecio de Madrid al orgullo de Barcelona

El evento conocido ahora como Mobile World Congress aterrizó en Madrid en 1995, la única que vez que celebró en esta ciudad. Aunque SIMO se interesó por la industria de los móviles, aquella mostraba más productos de este ámbito. En ese momento, los ordenadores eran mucho más avanzados que los otros aparatos. Por eso, en la capital no hubo mucho interés por mantener la feria que Barcelona alberga hoy en día desde 2006.

A pesar de ello, los gobiernos de la Comunidad de Madrid de Cristina Cifuentes e Isabel Díaz Ayuso han intentado traer el Mobile World Congress a la capital. Pero el expresidente de Ifema, Clemente González Soler, ya dijo durante su mandato que “está bien donde está”. Aun así, defendió que “Madrid seguirá tirando del carro de la economía española”.

En 2022, en torno a 60.000 personas visitaron el Mobile World Congress, que renovará contrato en Barcelona hasta 2030. En un principio, estaba pensado que siguiera en la Ciudad Condal hasta 2023. Pero el éxito de afluencia a esta feria ha motivado su continuación unos años más.