La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de La Rioja ha respaldado la decisión de un juzgado de la capital al confirmar el despido de un responsable de un supermercado para mayoristas en Logroño.
El tribunal confirmó el despido objetivo del empleado por la comisión de una infracción laboral muy grave, específicamente por transgredir la buena fe contractual o abusar de la confianza de la empresa.
La razón detrás de esta acción fue el incumplimiento de procedimientos internos, ya que el empleado actuó de manera fraudulenta al comprar productos a un precio inferior al de mercado.
Según la sentencia, se descubrió que el trabajador realizaba compras con precios especiales que iban en aumento desde 2019. Estas compras no coincidían con los precios aplicados a otros clientes por el mismo producto. Además, se encontró que el trabajador, siguiendo indicaciones del responsable de la tienda, registraba toda la jornada introduciendo su código personal al abrir la caja, independientemente de quién estuviera cobrando a los clientes ese día.
El empleado también se facturaba a sí mismo, infringiendo las normas de la empresa que prohíben a los empleados realizar esta acción, aunque sí pueden adquirir productos con su cuenta como clientes. Estas prácticas se llevaban a cabo de manera continuada, con el propósito de eludir los mecanismos de control empresarial.
La Sala de lo Social destacó que el despido no se debió a un mal desempeño en las responsabilidades laborales, sino a la adquisición repetida de productos no autorizados previamente como promoción, a un precio inferior al de venta tasado. Además, el empleado se benefició de su posición jerárquica y eludía el control de su superior.