Hoy: 12 de febrero de 2025
La Sección Primera de la Audiencia de Navarra ha dictado una condena de cuatro años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa a una mujer de 30 años que apuñaló a otra de 25 años en una vivienda de Pamplona, tras descubrirla en la cama con su pareja.
La sentencia, fruto de un acuerdo entre la fiscalía, la acusación particular y la defensa, reconoce la concurrencia de la circunstancia agravante de abuso de superioridad por parte de la agresora, así como las atenuantes de reparación del daño y toxicomanía.
En el acuerdo, se establece que la condenada no podrá comunicarse ni acercarse a la víctima a menos de 300 metros durante un período de cinco años. La agresión tuvo lugar el 24 de febrero de 2023, cuando la víctima se encontraba en la cama de una vivienda en Pamplona, después de haber pasado la noche con un hombre con quien mantenía una relación ocasional.
La agresora, que mantenía una relación sentimental con el mismo hombre, llegó al domicilio alrededor de las 7:30 de la mañana y, tras una breve discusión, amenazó con matar a la víctima. Acto seguido, se dirigió a la cocina, tomó un cuchillo de 20 centímetros de longitud y regresó a la habitación, donde atacó sorpresivamente a la mujer indefensa.
Durante el altercado, la víctima recibió varias cuchilladas en diferentes partes del cuerpo, incluyendo el tobillo izquierdo, la oreja, el pecho, el hombro, el brazo y el costado izquierdo. A pesar de las heridas, logró defenderse, quitarle el cuchillo a la agresora y salir del dormitorio.
Las lesiones sufridas requerían tratamiento médico quirúrgico, y la víctima tardó 21 días en recuperarse, quedando con secuelas cicatrices en las zonas afectadas. La enemistad previa entre la acusada y la víctima se evidenció en anteriores discusiones y agresiones.
La condenada, que se encuentra en prisión provisional desde el 25 de febrero del año anterior, ingresó previamente al juicio la suma de 50.000 euros como reparación del perjuicio causado y para cubrir las costas de la acusación particular. Según el informe del médico forense, la agresora presenta una afección leve-moderada de sus facultades intelectivas debido al consumo de sustancias psicoactivas.
Con el acuerdo alcanzado entre las partes el pasado día 2, las acusaciones no objetaron la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad, proponiendo un plazo de cuatro años condicionado a que la agresora continúe con el tratamiento de salud mental y deshabituación a las drogas, conforme al artículo 80.5 del Código Penal.