Steve Jobs fue una figura clave en la industria tecnológica y uno de los responsables de revolucionar el mundo con productos como el iPhone. Sin embargo, más allá de su legado empresarial, tuvo una vida familiar compleja y cuatro hijos que hoy siguen sus propios caminos: Lisa, Reed, Erin y Eve.
Tras su muerte, sus descendientes han optado por mantenerse al margen del foco de Apple y del imperio que él ayudó a construir. La historia familiar de Jobs ha despertado un gran interés público, tanto por los conflictos personales que la marcaron como por las decisiones de su viuda, Laurene Powell Jobs, respecto a la herencia y el legado del empresario.
Lisa Brennan-Jobs fue la primera hija de Steve Jobs. Nació en 1978 fruto de su relación con Chrisann Brennan. Aunque hoy es reconocida como escritora y periodista, su infancia estuvo marcada por el rechazo inicial de su padre, quien llegó a negar su paternidad incluso ante la justicia.
«No es mi hija», dijo Jobs cuando la conoció poco después de nacer, alegando incluso en documentos judiciales que era estéril e infértil.
Durante los primeros años de vida de Lisa, su madre dependió de trabajos temporales y de la ayuda del gobierno, mientras Jobs se negaba a ofrecer apoyo. En 1980, una prueba de ADN confirmó que él era su padre, y un tribunal ordenó que proporcionara manutención y seguro médico hasta que Lisa cumpliera 18 años.
Ella estudió en Harvard y posteriormente en el King’s College de Londres, antes de mudarse a Nueva York para iniciar su carrera literaria. Ha colaborado con publicaciones como Vogue y O, The Oprah Magazine. Aunque en la actualidad está casada y tiene un hijo, según informa El Excelsior.
Reed Jobs, el primer hijo del matrimonio entre Steve Jobs y Laurene Powell, nació en septiembre de 1991. A diferencia de Lisa, creció en un entorno familiar estable y con acceso a una educación privilegiada.
Se graduó con honores en Historia y Seguridad Internacional en la Universidad de Stanford, donde también completó una maestría en Historia. Desde 2015, dirige un área clave de la Emerson Collective, organización fundada por su madre. Allí se ha especializado en investigación médica y en el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer, una causa a la que dedica gran parte de su trabajo.
La tercera hija del fundador de Apple, Erin Siena Jobs, nació en 1995. Es quizá la más reservada de los hermanos. Ha mantenido un perfil bajo y se sabe poco sobre su vida personal o profesional.
En la biografía autorizada Steve Jobs de Walter Isaacson, se la describe como una joven tranquila e introspectiva. En redes sociales tampoco mantiene una presencia pública, aunque su hermana menor, Eve, ha compartido en ocasiones imágenes familiares, como celebraciones de cumpleaños.
Eve Jobs, la menor de los cuatro hijos, nació en 1998. Su vida ha estado vinculada al deporte y al modelaje. Al igual que sus hermanos Reed y Erin, estudió en Stanford, pero decidió orientarse hacia la equitación profesional.
En 2019 fue reconocida como una de las mejores jinetes del mundo menores de 25 años. En 2020 inició su carrera como modelo con una campaña para Glossier, y en 2021 firmó con la agencia DNA Model Management, que representa a figuras como Kaia Gerber y Emily Ratajkowski.
En lo personal, Eve ha mantenido una vida discreta. En 2024 hizo pública su relación con el jinete británico Harry Charles durante los Juegos Olímpicos de París. La pareja contrajo matrimonio el 26 de julio de 2025 en Cotswolds, Inglaterra, en una ceremonia en la que Elton John ofreció una actuación especial durante la recepción.
Hoy, los hijos de Steve Jobs continúan construyendo sus vidas lejos del universo Apple. Cada uno, desde su propio ámbito, refleja una parte distinta de la herencia más humana del visionario que cambió la historia de la tecnología.