Un estudio del Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha identificado un mecanismo mediante el cual los melanomas y otros tumores agresivos evitan ser reconocidos y atacados por el sistema inmunitario. Este hallazgo también explica por qué el melanoma metastásico suele desarrollar resistencia a la inmunoterapia convencional.
El estudio, liderado por Marisol Soengas y publicado en Nature Cancer, ha descubierto que las células de melanoma secretan una proteína llamada Midkine. Esta proteína reduce la presencia de células dendríticas, un tipo de célula especializada en detectar tumores y activar la respuesta inmunitaria.
Además de disminuir la cantidad de células dendríticas, Midkine las reprograma para que en lugar de combatir el tumor, favorezcan su crecimiento y diseminación. «Midkine actúa como escudo y acelerador al mismo tiempo: impide que el sistema inmunitario reconozca el tumor y, además, potencia su progresión«, explica Soengas.
Las células dendríticas normalmente patrullan el organismo en busca de amenazas como virus, bacterias o células cancerosas. Una vez identificadas, alertan a los linfocitos T citotóxicos para eliminarlas. Sin embargo, el estudio demuestra que Midkine altera este proceso en los melanomas, disminuyendo la presencia de células dendríticas y modificando su función.
Este hallazgo es relevante porque revela que el melanoma no solo bloquea la respuesta inmunitaria, sino que la manipula en su beneficio desde las primeras etapas de la enfermedad y a nivel sistémico. Esta estrategia tumoral dificulta el desarrollo de nuevos tratamientos eficaces.
En cuanto a su impacto en la inmunoterapia, los investigadores del CNIO demostraron en modelos animales que bloquear la acción de Midkine mejora la eficacia de vacunas dirigidas a células dendríticas. Además, su inhibición potencia la acción de los tratamientos más utilizados en inmunoterapia, como los inhibidores de punto de control inmunitario.