Hoy: 22 de noviembre de 2024
Carmen Borrego se encuentra en una situación difícil después de las fuertes declaraciones de su hijo José María Almoguera y Paola Olmedo al regresar de Supervivientes. La colaboradora está afrontando un drama familiar que nunca hubiera imaginado mientras estaba en Honduras y del cual se enteró en directo hace una semana.
Durante los últimos siete días, la colaboradora no ha mantenido conversaciones con su hijo, pero sí ha participado en varios programas de televisión para abordar este delicado tema. En estos espacios, no ha vacilado en señalar y responsabilizar a su nuera por los fuertes reproches que José María ha dirigido hacia ella en la revista Semana.
En un intento por recuperarse del difícil momento que está experimentando, y luego de confirmar su participación en ¡De viernes! para responder a su hijo, Carmen sigue adelante con su día, apoyada por su esposo José Carlos Bernal, quien sin duda alguna es su principal apoyo.
Recuperando el tiempo perdido tras tres semanas en Supervivientes, la pareja disfrutó de un almuerzo para dos en un restaurante cercano a su domicilio y, a pesar de que intenta mostrar entereza y firmeza tras su ruptura con su hijo, es innegable que el rostro de Borrego transmite desolación, ya que en toda la jornada no la vimos sonreír ni una sola vez.
Después de comer, Carmen pasaba por su casa para cambiarse de ropa -pasando de un look informal en tonos crema a uno más sofisticado en color negro con el que ha presumido de los kilos que ha perdido en Honduras- y de nuevo en compañía de su marido, se iba de compras por la madrileña Milla de Oro para encontrar un outfit perfecto para sus compromisos televisivos.
Mientras su marido cargaba con una bolsa de una conocida firma de moda, la tertuliana se mostraba de lo más interesada en unos zapatos de tacón, que finalmente decidía no adquirir abandonando el establecimiento con las manos vacías.
Un momento en el que Carmen confirmó que la presión y lo sucedido en los últimos días está haciendo mella en ella al protagonizar una pequeña discusión con José Carlos en plena calle que, afortunadamente, quedó en una anécdota y tras la que la pareja se regaló una cena romántica en un restaurante de la capital antes de regresar a su domicilio.