La salud bucodental va mucho más allá de una sonrisa bonita. Detrás de caries, aftas o encías inflamadas pueden esconderse riesgos mucho más serios para el organismo. Enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso deterioro cognitivo están relacionados con una mala higiene oral. Así lo recuerda la mutua Umivale Activa, que ha lanzado una campaña de concienciación con motivo del Día Mundial de la Salud Bucodental.
La campaña, disponible en su web, incluye materiales didácticos sobre los tres grandes enemigos de la salud oral: las caries, la periodontitis y las aftas bucales. A través de fichas explicativas, se abordan causas, síntomas, tratamientos y claves para prevenir estos males que, aunque comunes, pueden complicarse si no se detectan a tiempo.
Las caries, tan frecuentes como ignoradas, aparecen cuando los azúcares de la dieta son fermentados por bacterias de la placa dental, generando ácidos que perforan el esmalte. Dolor, sensibilidad, mal aliento o manchas oscuras pueden ser las primeras señales.
La periodontitis, también llamada enfermedad de las encías, es una infección progresiva que puede provocar la pérdida del diente. Sus síntomas van desde el sangrado al cepillarse hasta el mal aliento persistente, encías retraídas o dientes que se mueven. Factores como fumar, rechinar los dientes o una higiene deficiente aumentan su aparición.
La periodontitis, también llamada enfermedad de las encías, es una infección progresiva que puede provocar la pérdida del diente. Sus síntomas van desde el sangrado al cepillarse hasta el mal aliento persistente, encías retraídas o dientes que se mueven. Factores como fumar, rechinar los dientes o una higiene deficiente aumentan su aparición.
Por su parte, las aftas son llagas pequeñas pero muy molestas. Aunque no son contagiosas, pueden ser síntoma de estrés, bajada de defensas o déficits nutricionales. Aunque la mayoría se cura sola, conviene prestar atención si se repiten con frecuencia.
La mejor estrategia sigue siendo la prevención. Cepillarse los dientes tras cada comida al menos durante dos minutos, utilizar hilo dental o irrigadores, y realizar visitas periódicas al dentista pueden evitar problemas mayores. Además, reducir el consumo de azúcar y mantener una alimentación equilibrada contribuye a mantener la boca, y la salud, en buen estado.