FUENTES INFORMADAS

¡Hasta siempre amigo Emilio!

Juan de Justo Rodriguez. / Fuente: FI

JUAN DE JUSTO RODRÍGUEZ

Mal despertar he tenido, estoy dirigiéndome hacia el sur de España para ejercer mi trabajo y, a través de mi querido amigo José Antonio Hernández conozco una muy triste noticia, el fallecimiento de un amigo de ambos, algo que, aún constituyendo un asunto “normal” a mi edad, siempre me pilla a contrapié y me continua causando un terrible dolor y un sentimiento de apertura de un nuevo hueco en el cupo de mis sentimientos.

Emilio Valerio.

Mi amigo Valerio fue un tipo estupendo, simpático, agradable, educado y un verdadero genio con una mente privilegiada que le permitía comentar con la misma soltura y erudición la más complicada teoría jurídica sobre el cuidado y atención del medio ambiente o los defectos de la legislación urbanística, que te recomendaba un vino del que hacia una completa disección o describía las bondades y composición de un buen aceite.

Su verdadera y gran vocación, a la que siempre volvía, era el campo, la agricultura y la búsqueda de la perfección en los vinos que el mismo elaboraba, sus aceites, todo lo relativo a los productos de la tierra.
Era un gran enamorado de su tierra, Navarra, donde acudía siempre que poda robar a su trabajo jurídico, un solo minuto.

No se portó muy bien con él el mundo jurídico, desde muchos frentes trataron, sin conseguirlo, ningunearle e incluso desubicarle, en el amplio sentido y ello simplemente porque sabia poner los puntos sobre las ies y esto, a veces, incomoda a ciertos intereses espurios.

El mundo jurídico le debe un gran homenaje, ese que no llegó a realizársele en vida a causa de su sinceridad y como respuesta a su visión de los problemas y a su ausencia de ambición.

Desde lo más profundo de mi corazón, que la tierra te sea leve Emilio y, por favor, dale un fuerte abrazo a nuestro amigo Pedro Martínez con el que, sin duda, continuaras departiendo y creando.

Dos amigos más se juntan allí, en ese lugar indefinido, viven y vivirán en lo más profundo y cómodo de cada uno de los corazones que quienes les quisimos, les recordamos y les seguimos queriendo.
Adiós Emilio, HASTA SIEMPRE AMIGO, continuas vivo en mi pensamiento.

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