Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto a sus hijas, Leonor y Sofía, disfrutan de unas vacaciones privadas en Grecia. No es la primera vez que el país heleno recibe a la familia real española, pues la reina Sofía siempre ha sentido especial cariño por estas tierras. Según confirma la revista People, su destino este año es la mansión que los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, poseen en el Peloponeso.
La propiedad, adquirida por la pareja holandesa en 2012 por cuatro millones de euros, ha ganado valor con el tiempo. Los dueños invirtieron en ampliar la finca, creando un puerto y un muelle privado. Esta obra levantó algunas críticas de los ecologistas, aunque finalmente el gobierno heleno dio luz verde. Rodeada de cientos de olivos, la mansión ofrece máxima privacidad. Su ubicación en Doroufi, un enclave privilegiado frente al mar Egeo, combina belleza natural con seguridad y tranquilidad. Además, Guillermo y Máxima construyeron una vivienda para sus escoltas, manteniendo el equilibrio entre comodidad y protección.
Según ha informado 20 Minutos, la mansión cuenta con una planta baja amplia y luminosa. La habitación principal incluye baño privado y jacuzzi. También hay una sala de estar de 100 metros cuadrados, un comedor, cocina y un baño adicional para visitas. En los pisos superiores, se distribuyen otros dos dormitorios con sus respectivos cuartos de baño, además de una sala de juegos pensada para los más jóvenes. La finca completa su oferta con piscina, pista de tenis y espacios exteriores diseñados para disfrutar del clima y las vistas al Egeo.
No es la primera vez que los reyes holandeses han sido noticia por esta propiedad. Durante la pandemia, su estancia en Grecia durante un confinamiento parcial provocó un gran revuelo. La familia tuvo que regresar y ofrecer disculpas públicamente. Además, sus largas vacaciones, de hasta ocho semanas entre Grecia y Argentina, país natal de Máxima, también han generado críticas.
Por el momento, se desconoce si Felipe VI y Letizia coinciden con Guillermo y Máxima en la mansión. Lo más probable es que cada familia disfrute de la finca por separado, garantizando tanto la privacidad como la seguridad de todos los ocupantes. Sin duda, este rincón del Peloponeso se mantiene como un refugio de lujo donde la realeza encuentra descanso y tranquilidad frente a las aguas del Egeo.