Los primeros datos del estudio, realizado en 4800 niños de cinco lugares diferentes, muestran una protección superior al 70 % frente a la malaria
Una nueva vacuna contra la malaria mostró resultados preliminares prometedores en un gran ensayo en cuatro países africanos, según informa la revista Science. Este hecho aumenta las esperanzas de que pronto esté disponible esta herramienta adicional para ayudar a controlar la enfermedad mortal.
La vacuna, denominada R21/Matrix-M y desarrollada por investigadores de la Universidad de Oxford, produjo resultados igualmente impresionantes en un pequeño ensayo el año pasado, pero el estudio actual planteó una prueba más fehaciente de su protección.
Los datos iniciales del ensayo vieron la luz en la reunión de la Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene en Seattle. Ellos sugieren que la vacuna tuvo una eficacia superior al 70% en regiones donde la malaria es una amenaza durante todo el año, así como en lugares donde la enfermedad es más estacional. “Los resultados son muy prometedores”, dice DeAnna Friedman-Klabanoff, investigadora de vacunas contra la malaria en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.
Ella y otros científicos advierten, sin embargo, que aún no está claro cuánto tiempo podría durar la protección de la vacuna.
La dificultad de desarrollo de la vacuna contra la malaria
Los parásitos Plasmodium que causan la malaria tienen un ciclo de vida complejo con diferentes etapas que cambian de forma en el hígado, en la sangre y en los mosquitos que transmiten la enfermedad. Eso los hace mucho más difíciles de atacar con una vacuna que las enfermedades causadas por bacterias o virus.
La única vacuna contra la malaria autorizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), llamada RTS,S o Mosquirix, solo ofrece protección parcial, especialmente en áreas donde la malaria es una amenaza durante todo el año. Su eficacia cae alrededor del 35% después de 4 años, por lo que la OMS realizó por primera vez un lanzamiento piloto de varios años en tres países africanos antes de decidir recomendar un uso más amplio de las inyecciones en el continente el año pasado.
Tanto Mosquirix como R21/Matrix-M contienen una proteína de la superficie del estadio sanguíneo de Plasmodium junto con una proteína del virus de la hepatitis B, pero la vacuna R21 incluye un agente inmunoestimulador diferente -conocido como adyuvante-, de Mosquirix.
En áreas con transmisión de malaria durante todo el año, la vacuna mostró una eficacia del 73% después de un promedio de 270 días, señaló en la reunión Adrian Hill, un experto en vacunas del Instituto Jenner de Oxford que dirige el proyecto. En áreas de transmisión estacional, la eficacia fue del 75%.
Un objetivo futuro
Sin embargo, aún no está claro si la protección tiene poder de permanencia. Robert Sauerwein, investigador de vacunas contra la malaria en la Universidad de Radboud, señala que en las regiones de malaria estacional, el principal efecto protector parece estar en los primeros 100 días posteriores a la vacunación. Después de eso, los nuevos casos en el grupo de placebo del ensayo se estabilizaron, “por lo que la duración de la protección es difícil de evaluar”. En áreas con una exposición más constante a los mosquitos portadores de parásitos, “claramente hay protección”, dice Sauerwein, pero los niveles de transmisión fueron generalmente bajos, por lo que es difícil saber qué tan sólidos son los resultados, dice.
Hill destacó en la reunión que su grupo continúa recopilando datos y planea publicar resultados más completos antes de fin de año. El equipo espera que la vacuna pueda aprobarse para un uso amplio en la primera mitad de 2023. El fabricante de vacunas más grande del mundo, el Serum Institute of India, ya acordó producir las inyecciones una vez que estén aprobadas y pueden producir más de 180 millones de dosis por año, aproximadamente 30 veces la cantidad de Mosquirix fabricada anualmente.
Pero si la protección del R21 resulta no ser muy duradera, la pregunta es “si vamos a necesitar dosis de refuerzo y con qué frecuencia”, dice Friedman-Klabanoff. “Eso puede ser un desafío logístico”. Aun así, agrega que “en general, los resultados son realmente emocionantes y alentadores. Nos estamos acercando a una vacuna altamente efectiva contra la malaria”.